El rapto de Perséfone
Gian Lorenzo Bernini
Galería Borghese, Roma (Italia)
Técnica: Escultura (225 cm.)
24 de junio 2019, 23 horas
LondresNiall se cruza de brazos, su camiseta arremangada vagamente le llega a los codos y deja ver sus músculos tensandose a pesar del suspiro que suelta.
Tiene un debate en su interior al parecer de Liam, sus ojos azules tienen ese atisbo de preocupación que no logra hilar de forma apropiada para crear una teoría coherente. Así que solo se queda ahí mirándolo, esperando que capte algo en ese silencio.
—No perdemos nada con tratar —Liam se pasa la mano por la nuca hastiado —A lo mucho es una broma de mal gusto.
—¿Por qué alguien haría algo así? No tiene sentido, es imposible que un detalle así se le escape a Louis Tomlinson... —la voz de Niall se llena de incredulidad mientras despliega fotografías frente a Liam —Y si fuera cierto sabes lo que significa.
Liam asiente y muy a su pesar el pecho se le oprime, aún así no da ninguna reacción exterior.
—Qué si no hacemos caso el niño está muerto, —Murmura apretando entre sus dedos el pedazo de papel con un número telefónico garabateado, a penas ilegible —Y si llamo y nos descubren el niño también está muerto. Por eso te pedí ayuda, necesitaba una opinión neutral.
—Tú has estado en éste caso mucho más tiempo que yo, ¿Qué tan posible es que esto sea legítimo? —Niall se desploma en la silla, el teléfono en la esquina de la mesa empieza a asemejarse a una bomba de tiempo —Hay que recapitular, pensar con la cabeza fría.
Dándole la razón, Liam se coloca a su lado, ambas manos contra la madera del escritorio y el ceño fruncido. Cierra los ojos un momento, recorriendo cada espacio de su mente en busca de claridad.
Tienen frente a sí el historial completo de uno de los criminales más buscados por la Interpol en los últimos seis años.
Según su expediente, detenido por la policía incluso antes de tener la mayoría de edad por cargos de allanamiento de morada y robo, en opinión de Liam, cualquiera que le pudiera dar un vistazo al muchacho por más de dos segundos podría intuir que es alguien que podría quemar Roma entera solo porque tiene frío.
Ni siquiera de más joven tenía ese aire inocente que acompaña en la adolescencia. Ahora con veintisiete años, es imposible encontrar un rostro más orgulloso y deleitado de ser un criminal que el de Louis Tomlinson.
Agresivo, temperamental, impulsivo y aún así con una obsesión severa en causar buenas impresiones era como lo describían quienes en su tiempo lograron tener algún contacto con él. Huérfano, demasiado ambicioso e inteligente para su propio bien, era la prueba de todo lo que podía salir mal.
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Baby I'm Gonna Leave You Drowning Till You Reach For My Hand
Fanfiction"Sabes qué nunca haría nada para lastimarte, ¿Verdad?" Pregunta Louis, pero su voz sostiene una promesa "Porque te amo Harry, solo deseo protegerte." "Lo sé, lo sé" Balbucea Harry dando un paso hacia adelante, sus manos a los lados de su cabeza y la...