"Sabes qué nunca haría nada para lastimarte, ¿Verdad?" Pregunta Louis, pero su voz sostiene una promesa "Porque te amo Harry, solo deseo protegerte."
"Lo sé, lo sé" Balbucea Harry dando un paso hacia adelante, sus manos a los lados de su cabeza y la...
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Judith con la cabeza de Holofernes Peter Paul Rubens Herzog Anton Ulrich-Museum, Brunswick Óleo sobre tela 120×111 cm
2 de Enero de 2016, 14:00 horas Algún lugar del mundo
—No quieres estar aquí. Solo dilo.
Harry se cruza de brazos y deja escapar un suspiro, Louis rodando los ojos le aprieta el estómago de una forma que no admitirá en voz alta y no hay necesidad de ello en si, porque Louis probablemente ya lo sabe. Por eso lo hace.
Sin embargo el de ojos azules intenta parecer en calma, siempre contenido al menos hasta que ambos estén solos.
—Bien, no quiero estar aquí —Admite Louis mientras se vuelve hacia él —Preferiría estar en cualquier otro lugar, cada segundo que seguimos aquí me lleno más y más de ansiedad.
—Entonces hay que irnos.
Louis bufa, precipitándose a Harry para tomarlo del mentón y darle un beso en la mejilla. Cuando niega, su nariz le roza la piel con ternura.
—Pero tú sí quieres estar aquí. ¿No? Te encanta venir a éstas cosas —Louis levanta la ceja y sus ojos ya han dejado de estar encendidos aunque su tono continúa rentandolo.
Le acaricia a Harry el mentón con el pulgar, su otra mano, fuerte y segura no le abandona la cintura, pega sus cuerpos, anhelando que la cercanía les traiga comprensión a ambos. Harry esconde el rostro en su cuello, demasiado intimidado por la gente que pasa a sus lados y por los límites corporales que están quebrando.
—Yo estaré bien si nos vamos, estaré bien si tú estás feliz —Balbucea con la piel caliente y cerrando los ojos, no está especialmente acostumbrado a estar rodeado de gente.
Por eso le gusta cuando reciben invitaciones de éste tipo.
Louis opina casi lo contrario, si por él fuese cedería a sus costumbres hermitañas y existiría lejos de la atención de cualquiera. Pero al final es ésta la vida que ha elegido y no hay marcha atrás, las acciones traen consecuencias y deben asumirlas ya sean buenas o malas, como ahora.
—Eso es mentira. —Le reprocha Louis, leyendo como siempre más allá de cualquier falso romanticismo —Querías venir, como siempre. Me insiste que asistieramos hasta que cedí.
—No sabía que te disgustaba tanto la idea. De haberlo sabido no te habría molestado —Y en eso hay mucha verdad.
—Por supuesto que me disgusta la idea, Harry. A éste punto no deberíamos arriesgarnos a exponernos así —Le masculla Louis al oído —Aparte, no me gusta que me traten como si fuera un salvador cuando...
—¡Estoy tan feliz de que hayan decidido presentarse! —Elijah se les acerca con jovialidad interrumpiendolos y les estrecha las manos haciendo pequeñas reverencias —Eve estará igual de encantada. No he dejado de hablarle de ustedes desde que... bueno, ya sabrán.
