Júpiter y Tetis
Dominique Ingres
Técnica Óleo sobre lienzo
Museo Grane
327×26010 de Noviembre 2010, 2:00 horas
Londres—Mierda. Mierda. Mierda. No debí, ¡No debí!
Louis se pasea a por la habitación al borde de un ataque de nervios, respira pesado y no deja de mirar sus manos teñidas en carmesí con una expresión de terror puro. Harry lo observa encogido en la esquina horrorizada, temblando aunque no es solo por el frío, la sangre ya se ha secado por completo de su rostro y ropa.
No, horrorizado es poco, el pánico pinta cada milímetro de su cuerpo. Su mente es una bola de obscuridad que lo está consumiendo a tal punto que ni siquiera tiene fuerzas para gritar. Tampoco es como que vaya que tener mucho sentido que lo haga, de hecho, está convencido de que si lo hace todo va a ponerse mucho, mucho peor.
Así que solo se queda ahí paralizado, esperando que lo que sea que vaya a suceder a continuación acabe pronto.
—¡No debí! —Louis le grita, la vena de su cuello marcándose —¡No debí hacerlo!
Cuando Louis hace un ademán de acercarse Harry retrocede pegándose todavía más a la pared, el hedor de sangre se le cuela en la nariz y le provoca náuseas y arcadas.
Su instinto de supervivencia le dice que cubrirse no hará nada si los golpes vienen de Louis, así que termina por precipitarse a su cuerpo de rodillas y abrazarlo desesperado.
—Por favor no me mates —Ruega con su estómago resolviéndose —Seré bueno, seré el mejor, haré lo que quieras... ¡Lo juro!
—No voy... —Louis lo aparta de un empujón, luego suspira frustrado —Joder, si quisiera matarte ya lo habría hecho. Tienes suerte de tener una cara bonita, es lo único que te ha salvado ésta noche.
—G-gracias...
—No me agradezcas, maldita sea —Los puños de Louis se aprietan, Harry jadea —Vamos a dejar esto muy claro niño, si le dices una palabra a cualquiera sobre lo que sucedió hoy vas a desear tu muerte y el cielo para ambos está cerrado. Sólo me tienes a mí y yo soy la peor persona que te pudo dar misericordia.
Harry escucha lo más atento que puede, el pecho le duele y la cabeza le da tantas vueltas que el hombre frente a él hablando se transforma en más obscuridad y sonidos alternos.
La sangre se mezcla con sus lágrimas, todo él se ha tornado de cristal, listo para ser quebrado ante cualquier oportunidad que Louis desee tomar.
Y va a tomarla, porque Louis toma todo aquello que tiene a su alcance cueste lo que cueste.
Su vida está pendiendo de la piedad que pueda encontrar en sus ojos, que queman y hacen hervir. De un criminal.
—¡Ni siquiera me estás oyendo! —Louis lo reprende.
ESTÁS LEYENDO
Baby I'm Gonna Leave You Drowning Till You Reach For My Hand
Hayran Kurgu"Sabes qué nunca haría nada para lastimarte, ¿Verdad?" Pregunta Louis, pero su voz sostiene una promesa "Porque te amo Harry, solo deseo protegerte." "Lo sé, lo sé" Balbucea Harry dando un paso hacia adelante, sus manos a los lados de su cabeza y la...