"Sabes qué nunca haría nada para lastimarte, ¿Verdad?" Pregunta Louis, pero su voz sostiene una promesa "Porque te amo Harry, solo deseo protegerte."
"Lo sé, lo sé" Balbucea Harry dando un paso hacia adelante, sus manos a los lados de su cabeza y la...
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El sueño de Endimión
Anne-Louise Girodet de Roussy-Trioson
Oleo sobre lienzo
(198 x 261 cm.)
Louvre, Francia.
15 de febrero de 2019 22:10 horas, Francia
A éste punto ni siquiera es necesario hacer más. Todo efecto que podría haber sido causado en Niall ya ha pasado por su rostro que ahora está tan petrificado que a penas y parece respirar.
Aún así, Harry, amante de la teatralidad de la vida, se deleita en ver las esperanzas del oficial caer todavía más bajo cuando el guardia que los acompañaba se quita el casco.
—Oficial Horan, me da gusto volver a verle —Louis lo saluda con amabilidad que contrasta demasiado con la poca empatía con la que le apunta la pistola directo a la cabeza —Una vez más lamento que sea en estas circunstancias, pero... es lo que es.
Y por supuesto que Niall intenta alcanzar su arma cuando recupera el control sobre su cuerpo y lo hace, apunta directo entre el par de ojos azules que lo acechan. Su dedo sobre el gatillo seguro.
Pero una pistola más se ha alzado casi al instante. Igual desbordante de confianza de parte de Harry. No hay mucha pelea que dar cuando se tiene dos cañones que no van a titubear, pero aún así Niall se resiste a darles otra victoria.
—Están dementes si creen que nadie va darse cuenta que una unidad de la Interpol está desaparecida. Van a tardar dos minutos y localizarlos y uno en decidir abrir fuego. No van a salir de ésta —Les promete, se promete a si mismo de alguna forma —Ríndanse ahora.
—Es demasiado tarde para eso. —Louis niega, quitando el seguro de su arma, respirando con calma pero con el ceño fruncido. —Además, no puedes desviar ni localizar una unidad que no existe —Rompe el argumento de Niall en pedazos, golpeando el contenedor de metal —Éste vehículo es nuestro.
Hay unos segundos de silencio que parecen eternos en el que el resto de seguros son quitados. Louis y Harry tienen un brillo en la mirada que parece fuego ardiendo, que los mueve en la misma sintonía, el latido exacto de sus corazones. Quema imposible de ser controlado y hace cada milímetro de los músculos de Niall congelarse.
—Malditos bastardos. —Masculla Horan apretando los dientes pero negándose a levantar las manos y rendirse —Están jodidos... Se merecen el uno al otro.
