Capítulo 4: Lluvia

123 11 1
                                    

Seguí al extraño chico mientras me guiaba por aquel enorme edificio sin medir palabra alguna conmigo.

- ¿Esta es tu casa? – Me acerque más a él para poder ver alguna reacción en su rostro, pero parecía ido en sus propios pensamientos.

- Disculpa querida ¿Decías? – Se disculpó dándome una cálida sonrisa.

- Me preguntaba si vivías aquí

El chico soltó una leve carcajada para luego detenerse frente a una puerta en específico.

- No, es meramente un lugar de paso para mi y... mis compañeros de escenario. – Abrió lentamente la puerta para luego hacer un ademán de que pasara.

- ¿Y dónde están ellos? – Me adentre a su cuarto con algo de cautela, intentando ver si escondía algo que pudiera dañarme.... Un recordatorio trágico que eme acechaba.

- Buscas algo en particular, Valy – Jhin se acerco a mi en silencio poniendo una de sus manos sobre mi hombro causando un sobresalto de mi parte.

- Es.... Es solo un pequeño .... – Las palabras ya no salían de mi boca al tener un pequeño murmullo de lo que me atormentaba.

- No te hare nada si es a lo que te refieres, se de que son capaces los humanos para ganarse algún.... Premio – Tomó mi mano con delicadeza mientras sonreía con tranquilidad casi como si quisiera confortarme.

- Gracias – Le devolví la sonrisa mientras sentía como mi mano se enfriaba al no tener una compañera que la protegiera del frió de la noche.

- Ya es tarde, ¿no crees? – Jhin se sentó sobre aquella amplia cama mientras me veía casi analizando cada movimiento que fuera a hacer.

Me senté del lado opuesto intentando adivinar que hacer después de quedar como mi compañero, estática espere una respuesta de este o una leve señal que me dijera que hacer, pero el cansancio le gano a la razón y termine por desvanecerme lentamente en una obscuridad tan negra como aquella noche.

Solo que ya no había cenizas danzando en ese lienzo negro .... ¿Por qué ya no me acompañaban en mis pesadillas?

- La noche siempre llega con diamantes surcando los cielos tan resplandecientes como un alma inocente... – susurro un niño al leer pequeños fragmentos de una poesía mientras me veía.

¿Era yo el diamante o el alma inocente? ¿Porque no podía ver diamantes en mis sueños? ¿Dónde quedaron las luces que veía en aquellos bosques salvajes? Desaparecieron junto a el y solo quedaron cenizas danzantes.

Jhin

Me quede observando a mi compañera por unos minutos, parecía tranquila junto con una sonrisa apaciguadora.

- Bienvenida a casa, mi Valy – Susurre mientras acariciaba su cabello con cuidado casi como un pincel toca con delicadeza un lienzo delicado. – Parece que no puedo escapar de ti en ningún segundo de mi existencia, me atormentas cariño, pero ya no más, ¿Cierto? – Al decir tales palabras una sonrisa involuntaria adorno mi rostro.

Como la había extrañado, aun así, debía seguir adelante, pero lograste encantararme ¿Qué harías ahora ¿Qué pensarías de mi...

- Si supieras lo que he hecho...? - Murmure sin darme cuenta de que mis pensamientos se convertían en palabras audibles.

Los truenos convocados por la tormenta acompañaban a la melodiosa lluvia, atemorizando a mas de uno en esta noche, casi como si el propio demonio dorado estuviera ahí para causar su arte, no era un buen día para ello, la lluvia arruinaría las obras, pero podía esperar.... Claro que podía, después de todo, los demonios también tienen prioridades.

El Arte Del Pasado [Jhin x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora