Pétalos Rojos ¦ Countryhumans Au ¦

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- ただいま... - habló Japón hacia el interior de su casa, al igual que si otra persona se encontrase allí.

Como es la costumbre de la asiática, Rusia y Alemania se retiraron los zapatos antes de entrar a la habitación principal; el ruso observó la calidez y diseño un poco animalista de la habitación.

- Oye Japan... ¿no interrumpimos a la visita que tienes ahora? - apesar de hablar un poco fuerte, la contraria no escuchó al alemán, realizando sus actividades normales. Estaba a punto de repetir la cuestión cuando algo le hizo pensarlo dos veces.

- こんにちは mamá, traje unos amigos... Espero que no te moleste porque comeremos sólo por esta ocasión chatarra... Tu sabes, para salir rápidamente de aquí... - Rusia con cara triste miró la escena, al parecer ella si puede ver y, de cierta manera, hablar con su madre la cual murió mucho antes que su padre; la chica retornó para dirigirse a sus visitas - Siéntense, se encuentran en su casa.

Después de decir eso, desapareció dirigiéndose a la cocina.

- Había olvidado que los asiáticos tienen esta costumbre...

Rusia no respondió a la oración por estar observando la fotografía del Imperio Japonés, pareciéndole familiar el cintillo con el que se posaba desde su hombro izquierdo.

- Humm... Russland?...

Buscó rápidamente en su bolsillo el diario, sacándolo después para retornar a las primeras páginas de éste, encontrando la foto grupal de los países del Eje.

- Así que... - hizo una pausa mirando fijamente el rostro sonriente del Imperio - le tomaron antes de cualquier masacre esa foto...

- Qu... ¿Que dijiste?... - era Japón entrando con unos platos, su rostro se notaba confundido.

El ruso miró a su amiga con sorpresa, ahora no podría esconderle la verdad a ninguno de ellos dos.

- Siéntense y les contaré a los dos hasta donde yo sé... - con cabeza cabizbaja habló la federación.

[...]

Después de una hora, los dos muchachos entendieron la inquietud del euroasiático por los recuerdos polvorosos y aquellos intentos de "ver a su padre" desde el otro mundo.

- ¿Ya sabes cuándo partir?... - preguntó la chica

- Si se puede... Esta misma noche, sólo requiero visitar a Italia para unas cuantas cosas de acampar...

- Hemm, oye Russland lo que haces es intentar reagrupar el "Eje" para que así sea más sencillo el pensamiento o...

Un suspiro interrumpió la segunda opción que nombraba el alemán - Recuerda que vi a su padre antes de que éste muriera. Por ello quiero que investiguemos si en verdad se encuentra en buen estado y no estar recordando ese sonido de bala el cual se repite una y otra vez en mi cabeza...

- Oh, Ich verstehe, si es así... buscaré un poco en la cocina por si encuentro comida enlatada - después de levantarse y realizar una reverencia a los presentes, Alemania se retiró hacia la cocina.

Un silencio no total inundaba la habitación; un reloj de pared realizaba el movimiento de su mecánico corazón.

Japón fue la que rompió esa incomodidad dando una pregunta muy desconcertante para la federación.