Pétalos Rojos ¦ Countryhumans Au ¦

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Al primer rayo que lanzó el sol fue como los muchachos retomaron su camino para revisar aquel búnker escondido.

La noche anterior, no cruzaron palabra alguna después de que Rusia terminara de leer esa página del diario, nadie quería hablar acerca de eso - y decir: "Buenas Noches" respectivamente a cada uno -, no en ese momento, sin embargo, no haría falta mucho tiempo para que lo hicieran.

- Rusia... - llamó la atención del nombrado - tu crees que mi padre pusiese alguna pista, al igual que el tuyo... ¿Para que yo pudiera recordarlo?

Los ojos del italiano mostraban una expresión devastadora al pensar toda la noche en aquellas palabras; el ruso miró aquellos ojos verdosos para echar un rápido vistazo a los brazos de éste.

- Uno pelea hasta el final... No lo olvides

Con sólo aquella frase le hizo sentir esperanzado de que también a él le quería hablar su padre, aunque fuese muerto.

Por el contrario, la federación quería que el señor Fascista hubiese puesto pistas para encontrarlo con vida.

Dos probabilidades: una dolorosa verdad.

Al entrar en contacto con una tabla que tapaba la entrada al búnker Japón decidió que podrían ocupar su katana para abrir un poco de paso y que lo demás fuese a mano.

Buscando cierta rama que fuese una palanca para ellos, uno de los muchachos encontró otra cosa más que la herramienta necesitaba.

- Chicos... No se tienen datos de que alguien muriese en este lugar... Richtig?

Al escuchar esto, siguieron con la mirada el punto donde Alemania no quitaba su vista, notando un bulto y encima, una cruz con una gorra.

Recordando a cierto padre de los cuatro muchachos.

- Eso... ¿debería pasar si sigo peleando?

- Tendremos que realizar nuevas tácticas para saber a lo que nos enfrentamos realmente...

Se refirió a una investigación acerca de la gorra la cual tenía guardada el italiano.

Con diversas emociones entrelazadas en el cuello de cada chico hacían que el ambiente fuese extraño, sabían que lo que vendría al ver eso no sería nada agradable...

[...]

- Sean bienvenidos nuevamente a mi casa - el tono tranquilo y sereno que tenía Francia cuando hablaba endulzaba- lamento un poco el desorden pero, Falklands e Inglaterra intentaron hacer una obra de barro terminando en este caos, si me esperan podré arreglarlo...

- No te preocupes, nosotros estamos bien y aparte, sólo es visita rápida - sonrió la nipona a su amiga

- Con ello cuentas con razón

Al unísono rieron las muchachas, a pesar de que Francia contaba con mayor edad que los presentes, no dejaba de ser agradable su compañía y pláticas.

- Oye Frankreich, disculpa mi intromisión pero... ¿alguien te dijo que nos vería en un café ?

- Ah, te refieres a Gabriel... Si, me dejó una nota para ustedes y otras cosas las cuales tienen que revisar cada uno... Se encuentran en el mueble de allá...