Decidió salir al jardín a despejar sus pensamientos , no sabia lo que sentía, únicamente el pensar en Oscar le daba repulsión , aunque tampoco podía correr hacia Dean por temor a que Oscar lo dañase, se sentía sin escapatoria. Necesitaba un lugar para pensar, alejarse un poco y replantearse toda esta odisea.
Juliette pensaba en quien le podría dar las respuestas a sus interrogantes, pensó en Gerard Voltaire, un antiguo amigo y compañero de ella y Oscar, el cual le había traicionado, por lo que se vio ante la necesidad de desterrarse de la sociedad inglesa en el paraíso inmenso de Florencia.
-Florencia..-. pensaba - la ciudad de mis sueños-..
……….
-Padre por favor, permíteme viajar a Florencia, el chofer me puede llevar, solo dame 2 días, te lo imploro.- suplica Juliette a su padre. Desea en el fondo de su corazón que fuese Dean quien la acompañase, pero su padre tenia la ultima decisión.
- Esta bien Juliette, le pediré a mi chofer Charles que te lleve y vele por tu seguridad, tengo contactos, te quedaras con mi vieja amiga la condesa Rizzoleni.- menciono su padre. Juliette esta verdaderamente emocionada , probablemente esos días le harían reflexionar lo que realmente siente.
Emily se sentía feliz por su amiga, pero no deja de pensar en el escondite de Oscar, imagina una y mil maneras de como podía entrar sin que Oscar se enterase de ello.
-Lady Juliette, que sucede?.- pregunta Dean intrigado.
- Me voy a Florencia unos días, la temporada recién comienza, y estoy muy feliz de ir, siempre ha sido uno de mis mayores sueños.- dijo sonriente.
Dean no sabia como reaccionar, en el fondo temía que Juliette se enamorara de algún italiano, le aterra la idea pero no había nada que pudiera hacer , era incorrecto lo que sentía, pero tampoco podía hacer algo al respecto por sentir lo que sentía, era inevitable.
- No te preocupes Dean, probablemente no encuentre ningún italiano de mi interés.- pensó Juliette. Dean se ruborizo.
Por la manera en que la veía Juliette comprendió la realidad: Dean está sintiendo lo mismo, y aunque su corazón rebosa de alegría debido a ello, Juliette recordaba a Oscar, y si Dean se volvía un monstruo? No sabia si esta dispuesta a arriesgar todo lo que tenia por un simple capricho. Espera que su travesía italiana la ayudara a hacerle verla la realidad.
……
Miraba fascinada la ciudad que se posaba ante sus ojos. Nunca había tenido el privilegio de visitar otros mundos , pero estaba segura no podría haber otra ciudad mas exuberante y mágica, lastima que solo estaría aquí unos días.
El palacio donde se hospedaría era muy extravagante para su época, su padre le había comentado que la condesa era bastante liberal y no se regia por los títulos convencionales. Su habitación daba al jardín , del cual quedo enamorada.
…….
Juliette bajo al comedor , quería preguntarle a la condesa si conocía la calle ahí era donde se encontraba el dominio de Voltaire.
Quisiera saber como puedo llegar a algún mercado, suelo coleccionar especias-. Pregunta nerviosa, es bastante mala para mentir.
-Le diré al cochero que te lleve.- soltó la condesa.
Subió al carruaje y miro al cochero.
-Sabe donde se encuentra la calle? Necesito que me lleve inmediatamente, debo visitar a un viejo amigo.
El camino fue bastante largo aunque encantador, lleno de girasoles y viñedos, Voltaire no vivía exactamente en Florencia sino a las afueras, parecía una especie de castillo alejado de la sociedad.
Le dijo al cochero que la esperara que no duraría mucho; solo era una visita de cortesía. Toco la enorme puerta de madera, el lugar era de otro mundo, imaginaba porque Voltaire había decidido mudarse aquí. Pensaba en lo maravilloso que seria mudarse con Dean aquí, escondidos de la sociedad que condenaba su amor.
( To, toc)
¿Quién es? – se escucho una voz varonil a lo lejos.
-Lady Juliette St. John-. Soltó nerviosa, esperanzada de que Voltaire no le molestara su visita, hacia mucho que no se dirigían la palabra.
-Lady Juliette?- Abrió la puerta sorprendido . No lo podía creer. ¿Qué haces por aquí? – dijo confundido.
-Pues vine a verte.-musito. Aunque mentía había cierta verdad en sus palabras.
-Pues vaya, que grata sorpresa.- soltó con sarcasmo.
-Se que no fui la mejor de las amigas al no haberte apoyado cuando Oscar te traiciono , pero vine en son de paz o tómalo como hundir a Oscar de una vez por todas. Me he dado cuenta la clase de monstruo que es. Me esta ocultando algo y probablemente tu sepas.- soltó cazquibaja.
-Te refieres a sus bajos negocios?- contesto. -Si me acompañas tomar el almuerzo con gusto encantado te diría toda la verdad.- soltó y me sonrió.
Gerard Voltaire era un caballero bastante guapo y poseía una sencillez exquisita. Pero a lado de Oscar parecía como si no existiera, hasta ese momento había notado lo que realmente era y se sentía confundida al imaginarse que de no se por Oscar, probablemente estuvieran casados.
- Para ser negocios siempre fue bastante torpe , debo decir que su atractivo no le hace nada de justicia a su inteligencia. La única decisión astuta que hizo fue culparme de traición aun pienso que su padre estaba detrás de todo esto.
Recuerdo de la enorme pelea que tuvimos debido a ti, yo te había visto primero, y al ver lo mucho que me querías , el decidió robar tu atención y vaya que lo logro, se quedo con la princesa.- dijo Gerard en tono triste pero a la vez relajado de por fin decirle todo a Juliette.
-Debo admitir que fui una tonta al dejar que me cortejara, porque lo que sentí por el fue solo fugaz enamoramiento y lo que sentía por ti y aun siento fue increíble de verdad, pero. No era amor, Gerard, era admiración. Siempre valore y envidie tu inteligencia , buscaba cualquier oportunidad para estar contigo porque de alguna u otra manera te veía como. Un hermano mayor, alguien a quien podía confiarle mi sentir. Perdona si confundiste tus sentimientos.-. Soltó Juliette mientras lagrimas derramaban su rostro, sentía pena de si misma, si ,pensó que el seria un buen partido.para.ella, pero entre mas lo. Conocía se daba cuenta que en la vida te encuentras personas que aunque parezca que son tu otra mitad , son solo parte de tu corazón pero no destinadas a amarse.
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Siempre fuiste tú (Novela de época)
De TodoUna historia tan maravillosa en si. Como tenemos un alma gemela destinada para nosotros.