Alguien intentaba entrar al sótano donde Juliette se encontraba, se escondió detrás de un ropero antiguo y diviso quien era, no creía lo que sus ojos veían! Era Oscar. Había encendido la luz y lo reconocía, ese cabello oscuro brillante era distintivo de Oscar, pero no lograba entender que hacia ahí, según sus cálculos pasaría toda la temporada completa en Londres, pero lo que más le preocupaba era como le diría que ya no deseaba proseguir con el cortejamiento.
-Agh.- se escucharon unos chillidos.- No encuentro los malditos papeles! Estoy seguro que estaban aquí.- gritaba Oscar.- Esa carta tiene que estar por ahí, porque fui tan idiota en mandarla, ahora estoy en un lio.- seguía maullando enfurecido.
Carta? Podría ser la que encontré? .- pensaba Juliette.
Pasos se escucharon alejarse lentamente del recinto, Juliette volvió al cuarto de Emily y no pudo dormir esa noche.
Al día siguiente se encontró con Dean, quien le interrogo sobre la noche anterior:
- Ya sé que me ordenaste que me fuera a dormir, pero para su mala suerte, no suelo obedecer. Ayer, fui al sótano a ver lo que sucedía ya que escuche un gran estruendo.- dijo entre risillas.
- Porque lo hizo lady? Fue contrario a lo que le dije. ¿Qué voy a hacer si usted le sucede algo? -. Musito en un tono bastante preocupado, se veía en su mirada un miedo pero adormecedor.
- Basta, solo fue una pequeña escapada, quieres saber lo que paso? Vi a Oscar Ludmiere, mi antiguo caballero. Dijo temerosa. Odiaba la situación que tenía frente a sus ojos. Ahora que Oscar estaba de regreso claramente sería un obstáculo entre ella y Dean.
- Y como tomo eso el caballero Oscar?-. Pregunto Dean, tenía más curiosidad de saber la situación sentimental de Juliette que el intrigante hecho de Oscar en el sótano a en el castillo VanderGold.
- Creí que estaría más interesado en saber que hacia Oscar Ludmiere en el sótano del castillo a altas horas de la noche.- soltó Juliette, frente a la mirada sorprendida de Dean, quien se sonrojo.
- Discúlpeme lady, no quise ser un entrometido en sus asuntos personales. Quisiera que me contara lo sucedido ayer en el sótano del castillo.- dijo aun sonrojado. Juliette le había descubierto su interés hacia ella. Ella se sentía halagada y el realmente avergonzado.
- Al parecer, Oscar buscaba la carta que yo tengo en mi poder, la proveniente de la cárcel, se veía bastante desesperado, hasta me veo en el atrevimiento de mencionar que él fue el autor de esa epístola.- gruño aunque aún tenía dudas en su cabeza, sobre porque Oscar mandaría un destinatario perteneciente a la cárcel.
- Esta segura de eso , lady?.- pregunto Dean.
- Yo misma le escuche cuando se maldecía a si mismo por haber mandado la carta.- dijo Lady Juliette.
- Al conde VanderGold le llegan cientos de cartas, como asegura usted lady que esa fue la que le mando, pudo haber sido otra.-dijo Dean mirándola hacia los ojos lo que lo ponía nervioso.
- Probablemente, pero ahora viene a mi memoria que su familia es la encargada de los tramites y seguridad de la cárcel, teniendo un destinario con esa dirección, no hay duda alguna que fue él. La pregunta es porque? Y en que lio estará metido? .- soltó misteriosa Juliette.
- Lady tenga cuidado, esas no son personas de fiar. Temo por usted.- musito en voz baja. A Juliette se le derretía el corazón la forma en que Dean le cuidaba como si fuera una auténtica joya, le hace sentir la joya más valiosa del universo.
Llego al palacio y vio que le había llegado una carta, ni siquiera la había abierto cuando se percató que era de Oscar, todas sus epístolas tenían un ligero olor a fragancia de vainilla, su favorita. La carta se leía así:
"Mi bella dama, sé que hemos tenido nuestros pequeños desacuerdos últimamente pero permíteme decirle que estoy de regreso y decidido a conquistarte. Te espero mañana en mi viñedo. Te tengo un obsequio.
Oscar
Le daba repulsión escucharle decir bella dama pero ahora estaba decidida a terminar con Oscar para siempre.
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Siempre fuiste tú (Novela de época)
AléatoireUna historia tan maravillosa en si. Como tenemos un alma gemela destinada para nosotros.