Capitulo 10

293 23 0
                                    

Gerard es un nombre excelente, porque no te das tiempo a conocerlo? -le menciona la condesa a Juliette.

-No lo creo madre, el se merece a alguien mucho mejor que yo.-respondio ante la mirada furtiva de su madre.-Bastante lo he lastimado con mis propias acciones,nunca me perdonaría causarle sufrimiento de nuevo.-comento pensativa.

-No es un hombre pretencioso ,dudo que te guarde rencor ,debido a eso deberías darle una oportunidad .-dijo la condesa en un tono de insistencia.
-Por lo mismo que no es alguien pretencioso no podría aceptarlo, no creo que pueda llegar a amarlo como el a mi,únicamente lo puedo querer y esa es una gran diferencia , nunca me reprocharia todo lo que le hice sufrir, sino que se redimiria a si mismo por aceptar mi amor y sería infeliz toda su vida ,yo no puedo permitir eso, jamás me lo perdonaría. El se merece el completo universo y yo solo puedo ofrecerle
una estrella.-dijo sigilosamente ante la mirada confusa de su madre, se quedó callada unos momentos y bajo hacía el jardín. -Me temo en el atrevimiento de decir que a pesar de que el me quiso mucho no fue lo suficiente valiente para confesarme su amor y aunque Oscar no me quería de la misma manera , el si fue bastante valiente.

Miro a través de la ventana y vio a Gerard sentando conversando con Emily, se veían muy contentos que incluso por un momento olvidó por todo el sufrimiento que había pasado Emily, le alegraba verla sonreír otra vez. Gerard tenía ese poder y no se había equivocado en traerlo de vuelta ,se parecía mucho a Dean , la diferencia era que al menos con Dean se merecía una oportunidad, aún le quedaban muchas vidas restantes a su amor mientras que con Gerardo ya se le habían agotado.

......
-Es una bonita noche estrellada, verdad?-dijo Gerard, mirando atentamente ante el cielo resplandeciente que se revisaba entre nosotros.
-Lo es realmente una maravilla.-solto Juliette.
-Es el verdad ? El chico de las caballerías? De quien estas enamorada?.-pregunto Gerad sigilosamente, ante la sorprendida reacción de Juliette.
-Si es el.- dijo sonrojarse.
-Es bastante guapo como para no ser príncipe, parece de sangre real.-solto con una sonrisa.
-Si tuviera que volver a nacer a cambio de que el fuese de sangre real lo haría sin musitar, lamentablemente sólo puedo desear eso en mi mente.-dijo cazquibaja ante la mirada tienes de Gerardo, quien la miraba con cierto temor, temor suscitado por lo que Juliette podría de ser capaz por amor.

Renunciarías a tu título? Pregunto misteriosamente.
-Me conoces lo bastante bien,sabes que lo haría sin dudar.-solto Juliette con una sonrisa en su rostro.

-Eso es lo que temo , sabes todo el sufrimiento que le ocasionaras a tu familia? .-dijo Geraed. Quien la miraba con tristeza como si se sintiera culpable de que si hubiera hecho las cosas diferentes ,no estaría en esta situación y no se refería al hecho de estar casado con Juliette sino en parte por aceptar las maliciosas ideas de Oscar ,nunca lo corrigió y no fue el amigo que necesito, incluso cuando lo vio hundirse en sus deudas , no fue a su socorro. Aunque tampoco justifica las acciones que hizo Oscar.
Tal vez sentía que estaba destinado al dolor que se lo merecía, por su egoísmo y avaricia pero Gerard vio esos signos y nunca lo corrigió hasta que fue demasiado tarde.Pero pensaba que si lo hubiera reprendido, Oscar le hubiera hecho caso y probablemente seguirían siendo los mejores amigos de siempre. Pero ambos eran lo bastante orgullosos, sin olvidar que Gerard envidia a Oscar porque lo había escogido a el. A pesar de todo aún lo apreciaba profundamente como un hermano, es difícil tratar de olvidar alguien que te apoyo incondicionalmente.

A lo lejos Dean los observaba, tenía guardia en el castillo VanderGold y los miraba desde su ventana, de repente sintió un deseo de profunda tristeza y desesperación, por no poder estar libremente con Juliette. A veces pensaba que debió nacer con sangre real sólo así podría estar con Juliette, pero a la vez no lo deseaba porque aborrecia a la alta aristocracia y le era difícil imaginarse en esa posición.

La noche estaba inmensamente estrellada , y Dean se sentia más enamorado de York, que nunca extrañaba Escocia pero ahí se sentia más feliz. Mientras vigilaba por la ventana a lo lejos por el camino ve como una silueta se acercaba conforme va tratando de ver quien es , alcanza a ver una mujer de piel clara bastante cansada cojeando entre la oscuridad, reconoce esa silueta al instante. Es Arielle. Su primero amor.

Siempre fuiste tú (Novela de época)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora