Un beso frío.

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La visité todos los días desde que la conocí y nunca me contestó, hoy, después de una semana de meditarlo, pudimos hablar, pues ya no hablaba con un cadáver, ahora yo también era un cadáver y entré muertos, hay un no se que, que nos seduce. Si me buscas me encontrarás.
Ya sabes que hay que hacer.

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