Visita.

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Mamá me dice que me suicide, pero en esta celda es difícil, además su voz se siente cálida, en especial cuando me pide que me muerda la lengua. Me gusta gritar, nadie me escucha. Más que el guardia. La pequeña está ahí mirándome como siempre, con su rostro pálido y su cabello rubio y largo. También me incita al suicidio, no lo voy a hacer, no quiero ser como ellas, siento que si muero voy a sufrir, por lo que les hice, ellas quieren eso. A mamá a veces la veo, pero no me gusta, está mal, se le notan los agujeros de las balas y sangra mucho.
Es algo lindo y feo, en fin, se lo merecía, después de todo nunca me visitó mientras estuvo con vida.

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