Era otoño, caían las primeras hojas después de un fuerte verano y Mateo había ganado el grande de la lotería, festejo toda la noche y todo el día, pero había algo que no lo dejaba tranquilo, eran los gritos. Venían del patio, sintió como la piel de la nuca se le erizaba.
Era verano otra vez y el cadáver de Mateo empezaba a hacer olor en el fondo de la casa.
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Relatos
HorrorPequeños relatos de terror, de horror y perturbadores. Asquerosos. Para personas que disfrutan de la morbosidad del ser humano en su máxima expresión.