Relatos

Bestia.

Entro de un golpe y a gritos rompió la puerta de la habitación, tomó el picaporte y lo giró. Se abrió la puerta.
Entro con toda la agresividad animal que corría por su torrente sanguíneo, la mujer en la cama le pedía a gritos mientras lloraba que no lo lastime. Con su fuerza bestial tiró de la cama y la azotó contra la puerta impidiendo la salida. Ella le pegaba en el pecho, la tomó de las dos manos e imprimiendo fuerza de manera controlada para no lastimarla, porque su amor era más grande que su furia, la empujó. Con el camino libre camino hacia el sujeto desconocido. Este lloraba y pedía perdón, se justificaba con no se cuantas excusas cobardes y machistas, transformado nuestro hombre le gritó, el grito era más un rugido, rasposo, fuerte y enloquecido, esa noche murió su moral y todo rastro de su personalidad. La mujer enloquecida y paralizada lloraba en un rincón justo donde había caído. Seguia gritando.
Al terminar su estruendo, dio media vuelta de otro tirón (con un solo brazo) azotó la cama contra la pared liberando la salida. La cama estalló en cientos de astillas. Solo susurro una palabra y lo dejaron solo.
- Fuera.