Es un pueblo extraño el de la ruta 87, no vive nadie, sin embargo se dice que hay algo que lo habita. Una vibración que se apodera de quien pase por sus lares, en la siesta. Sube y sube las palpitaciones de sus corazones, hasta que de pronto se detienen. Hay quienes dicen que es por la radiación. Yo prefiero creer que los fantasmas existen. Y que ellos son los responsables de este fenómeno. Además ellos se encargan de los susurros, los golpes y las pisadas que se escuchan en la noche. Si algún día los escuchas, no te levantes, solo persiven el movimiento. Aunque los veas, aunque te asusten o te sorprendan o te hablen. No te muevas eso les recuerda que están muertos y ahí es donde su furia aumenta y cobran venganza.
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Relatos
HorrorPequeños relatos de terror, de horror y perturbadores. Asquerosos. Para personas que disfrutan de la morbosidad del ser humano en su máxima expresión.