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Querida Natasha:

No hace falta que te cuente cómo he llegado hasta aquí, porque ya lo sabes; pero quiero escribirlo en una carta, tal vez algún día alguien la encuentre.

Cuatro días después de escribirte la última carta, busqué mi traje cuántico y le "tomé prestado" un paquete de partículas PYM a Hank sin que él lo supiera, Peggy me ayudó a realizarlo.

La abracé por última vez y le dije que fuera feliz con Daniel, es un buen hombre y sé que él la cuidará.

Con el corazón latiendo a mil por hora, un pequeño ramo de flores, todas las cartas que he escrito desde que llegué y un pequeño regalo para ti, me fui a Vormir del año 2014.

Estaba tan nervioso... No sabía si funcionaría, y solo llevaba tres partículas PYM más, una en caso de emergencia y otras dos para ti y para mí, para poder usarlas en caso de encontrarte.

Cuando llegué, me sorprendió ver a mi enemigo, Cráneo Rojo, vivo y flotando en un planeta tan lejano.

"Lo que busca, está en frente de sus ojos, al igual que lo que teme" me dijo.

Yo no buscaba la gema del alma, te buscaba a ti.

Me explicó toda la historia de la gema y ahí fue cuando me di cuenta de que había un "error".

Si estabas embarazada, ¿no se sacrificaron dos almas?

Lamentablemente, Cráneo Rojo me dijo que si el alma aún no había nacido, no era válida para realizar el sacrificio.

Le pregunté y le hablé durante horas, ¿no había ninguna manera de hacerte volver?

"¿Cuántas ganas tienes de verla?" Preguntó, temeroso de oír mi respuesta.

"No sabría a ciencia cierta, pero haría cualquier cosa por estar a su lado" le dije, seguro de mis palabras.

Noté cómo tragó saliva, y nervioso, me explicó:

"Todo el que se sacrifica por la gema, termina viviendo en ella. Su alma no muere, su cuerpo sí. Todo el que muere para estar dentro de la gema sin pedir nada a cambio, solo queriendo reunirse con algún ser querido, puede lograr volver a verlo. La fuerza de la gema sabrá si de verdad quieres estar con esa persona. Si quieres volverla a ver y estás seguro de eso, debes suicidarte, tirarte por el acantilado."

Incrédulo, tragué saliva. No era una opción que habría imaginado.

"Si no estás seguro, no lo intentes. Tu alma no regresará a tu cuerpo, morirás. Si de verdad quieres verla y arriesgarte, hazlo, pero vivo no saldrás." Añadió mi ex archienemigo.

"Si alguien viene a buscarme, diles que estoy con el amor de mi vida" le pedí mientras una lágrima salía de mi mejilla.

Cogí lo que había traído, cerré mis ojos y sin pensármelo dos veces corrí y salté hacia el vacío. Nunca toqué el suelo, pero sentí agua bajo mis pies.

"¿Steve?"

«I won't let you go» Romanogers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora