CAPITULO 14

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Martina

Estaba terminando de ponerme el labial cuando tocaron la puerta de mi habitación y escucho a mamá decirme desde el otro lado que Juan acaba de llegar.

Dale mamá, ya bajó - Grite para que me escuchara

Pongo un bikini de color negro en mi bolso y lo cierro. Salgo de mi habitación y justo cuando voy a bajar las escaleras recuerdo que no llevo las llaves de carro así que me regreso por ellas. Finalmente me despido de mamá, prometo llamarla o enviarle un mensaje para mantenerla informada, y agradezco en silencio que ni Francisco ni papá estén en casa hoy.

Salgo de mi casa en el auto con Juan de copiloto, yo hubiese ido sola, pero la idea de que vaya con Juan fue de mamá. Juan es mi estilista, trabajamos hace un montón de tiempo juntos y es una persona de toda mi confianza.

Cuando llegamos al hotel estaciono el auto rápidamente y entramos al hotel, una vez en el lobby nos acercamos a la recepción y preguntamos por la habitación de Sebastián, la recepcionista nos da el número de la habitación y nos hace una señal indicando que tomemos el ascensor. Estoy segura que me reconoció aunque llevo puestos lentes oscuros y una bufanda al rededor del cuello.

Tomamos el ascensor hasta el sexto piso, cuando estamos frente a la habitación que nos indicó la recepcionista estoy tan nerviosa que me quedó congelada, así que es juan quien toca la puerta por mí. Unos segundos después escucho la voz de Sebastián desde el otro lado de la puerta - Un momento!

Cuando se abre la puerta veo a Sebastián, no sé si es porque hace un par de meses que no nos veíamos en persona, pero parece que ha estado haciendo ejercicio, se ve un poco más musculoso y fachero, está muy fachero.
Sebastián me saluda con un beso en la mejilla y un abrazo muy fuerte, y cuando es consciente de la presencia de Juan lo saluda de mano y nos invita a entrar en la habitación.

Dejo mi bolso en la mesa del comedor, esta es una de esas habitaciones que tiene dos ambientes y encuentras separados la habitación del salón/comedor. Sé que Sebastián no ha querido preguntar por no ser descortés, entonces decido explicar la situación

Sebastián él es Juan, mi estilista. Seguro que se han visto antes en algún momento. Se ofreció a acompañarme - miento porque sé que en realidad mamá le pidió a Juan que por favor me acompañe, pero no voy a contar eso ahora - para no tener que entrar sola al hotel y preguntar por ti en recepción.

Sí, yo enseguida me voy. Pero antes crees que podría usar el baño? - Pregunta Juan

Claro, sigue no hay problema - Contesta Sebastián mientras le indica con la mano a Juan dónde queda el baño.

En cuanto Juan desaparece hacia la habitación Sebastián se acerca y me encierra en un abrazo fuerte.

Linda te he extrañado tanto - Me dice

Sebastián es un hombre muy cariñoso y siempre lo está demostrando, con acciones, con palabras o incluso con las dos formas como en este momento.

Yo levanto mis brazos para rodearlo y regresarle el abrazo y en ese momento los nervios y la ansiedad que tenía se disuelven. Me separo un poco sin romper el abrazo y levanto mi cabeza mirando hacia arriba para verlo a los ojos mientras intento explicar la situación.

Lo siento, sabía que mamá no me iba a dejar venir hasta acá sola, por eso le pidió a Juan que viniera conmigo, pero te prometo que en un momento se va - Digo rápidamente y en tono bajito para que Juan no me escuche

Tranquila linda, entiendo - Contesta Sebastián mientras me acerca nuevamente a su pecho y me da un beso en la frente.

Cuando escucho la puerta del baño abrirse me separó un poco de Sebastián.

Bueno, yo me retiro – Dice Juan mientras se acerca a mí, entonces me veo obligada a separarme de Sebastián para despedirme con un abrazo y un beso en la mejilla del que no es solo mi estilista sino un gran amigo, mientras le susurró al oído - Gracias por todo.

Un gusto saludarte Sebastián, cuídala - Se despide Juan de Sebastián nuevamente dándole la mano

Como a mi vida, te lo prometo! - Contesta Sebastián al instante

Se cierra la puerta de la habitación y Sebastián y yo estamos solos, estaba nerviosa de que llegara este momento porque soy consciente que nuestra relación a cambiado mucho en las últimas semanas, nos escribimos todo el tiempo, sabemos todo el uno del otro y sin saber muy bien en donde estamos, siento que esto va más allá de una amistad.

Linda quieres tomar algo? - Se me ocurre que un trago de algún licor me ayudaría con los nervios, pero sé que no es una buena idea.

Sí, tenés agua? - Pregunto

Sebastián abre la nevera del mini bar y saca una botella de agua, le quita la tapa y me la entrega.

Acerco la botella a mi boca y empiezo a beber, me tomó un cuarto de la botella de una sola toma, estaba tan nerviosa que no me había dado cuenta que tenía la garganta seca.

Cierro la botella nuevamente, cuando siento a Sebastián acercándose a mí, levanta su mano derecha y con su dedo pulgar roza mi labio superior.

Tenías una gota de agua ahí - Me explica

Estando así de cerca no puedo evitar ver sus labios. Realmente quiero besarlo, y estoy intentando tomar una decisión rápidamente cuando es Sebastián quien con un dedo debajo de mi barbilla me inclina hacia arriba mientas acerca su labios a los míos y me besa.

Es delicado, me besa suave y despacio, y yo le beso de vuelta. Cuando su lengua busca entrar le devuelvo el beso desesperada y posesivamente. Sebastián mueve su mano derecha de mi mejilla hacia mi cabello enredando sus dedos y con su mano izquierda me acerca más a él tirando de mi cintura.

Empiezo a caminar hacia atrás porque es el peso de su cuerpo que me guía, hasta que siento en la parte de atrás de mis piernas el borde de la cama y nos dejó caer sobre ella.

Acostados en la cama Sebastián sobre mi pesa lo suficiente como para aplastarme, cuando parece darse cuenta de esto se arrodilla sobre el colchón dejándome atrapada debajo de él.

Sus labios se separan de los míos mientras toma una bocanada de aire y sus ojos se deslizan por mí rostro, creo que está buscando alguna señal o algún gesto mío que le dé a entender que se detenga, pero eso no va a suceder.

Se inclina nuevamente y estrella sus labios con los míos, muerdo su labio inferior, pero el desliza su legua por mis labios y esto me distrae.

Siento sus manos en mi cuello, desenredando la bufanda que aún no me había quitado, yo deslizó mis manos por su abdomen debajo de su camiseta, lo escucho susurrar mi nombre y en ese momento el teléfono de la habitación empieza a sonar, lo dejamos sonar no sé cuántas veces hasta que el sonido se detuvo, solo para empezar a sonar nuevamente.

Puse una mano en el pecho de Sebastián y otra en su boca para detenerlo y pedirle que respondiera el teléfono. Sebastián solo se estiró un poco hasta la mesa de noche y alcanzó el teléfono.

Hola - Dijo Sebastián al teléfono

Intenté pero no podía escuchar nada de lo que decía la otra persona al otro lado de la línea.

Está bien, ya baja. Muchas gracias - Contestó Sebastián, colgó el teléfono y lo dejó encima de la cama

Linda era de la recepción, dejaste el auto mal estacionado que si puedes bajar y estacionarlo bien - Sebastián estalló en risas apenas terminó de decir eso

Y yo me morí de la risa con él en ese instante, no podía creer que de verdad estuviera pasando esto.

Sebastián me ayudó a poner de pie, busque las llaves en el bolso y salí de la habitación para estacionar bien el auto, no sin antes acercarme a él y besarle en la boca. 

EL AMOR ES MÁS FUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora