CAPITULO 42

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Martina

Iniciamos el día con promoción en la radio, después vino la entrevista para Amazon Music y para cuando terminamos era hora de comer. Sebas nos encontró en el restaurante porque no me daba tiempo de ir hasta el hotel para comer juntos y volver a tiempo para una sesión de fotos y una pequeña entrevista para la revista Estilo df, con eso terminaría mi tarde.

- Linda terminando acá voy a aprovechar para pasar por la disquera, hay algunas cosas que Robert me dijo que estaban pendientes para el próximo Auditorio Nacional y quiero aprovechar para dejar todo listo. - Me explicó Sebas, aunque no era necesario era una de las cosas que me gustaban de él... Siempre se encargaba de hacerme saber en qué lugar y con qué personas estaba, aunque yo no le preguntara.

- Dale bebé, nosotros cuando terminemos nos vamos de regreso al hotel. Nos vemos allá - Dije mientras tomaba su mano por debajo de la mesa y entrelazaba nuestros dedos.

No poder hacernos muestras de cariño publicas era una de las cosas que más nos pesaba a los dos, yo me considero una persona muy cariñosa con todos mis afectos y a pesar de que los hombres suelen ser un poco más secos en ese aspecto Sebastián no era uno de ellos y por eso se estaba haciendo cada vez más difícil mantener todo en secreto. Cuando estábamos juntos Sebas siempre tenía una caricia, un abrazo, un beso (Aunque fuera en el cachete) para darme y yo estaba siempre dispuesta a recibir cualquier demostración de afecto que viniera de él.

La sesión de fotos me tuvo bastante ocupada y no fue sino hasta el final de la tarde cuando revisé mi celular que me di cuenta de que algo había pasado, tenía muchísimas notificaciones tanto en Instagram como en Twitter y yo no estaba entendiendo muy bien lo que estaba pasando.

Mientras iba de camino al hotel sentada en la parte trasera del auto que nos transportaba tuve el tiempo necesario para ver de lo que se trataba todo el asunto. Era Sebastián que había subido una Instastory hablando de su tour pero donde en el fondo se podía ver una lámpara sobre una mesita de luz. Ese habría sido un detalle que pudo pasar totalmente desapercibido de no ser porque en otra Instastory subida en la mañana se veía la misma lámpara sobre una mesita de luz, el asunto es que esa fue subida por Diana una de las representantes de Universal Argentina que me acompañaba en este viaje.

Así que no tomo mucho tiempo antes de que las fans ataran cabos y sacaran conclusiones. Aunque todas sus sospechas fueran ciertas mientras Sebastián y yo no confirmáramos todos los rumores seguirían siendo solo eso... Rumores.

Entre en el cuarto del hotel que compartía con Sebastián, pensé que había salido porque estaba todo en silencio y las luces estaban apagadas, deje mis cosas en la mesa que había cerca de la entrada y camine hacia el cuarto para encontrarme a Sebas profundamente dormido boca arriba con su celular descansando sobre su pecho mientras lo sujetaba aún con su mano.

Amaba verlo dormir, en realidad amaba todo de él, pero esa era una de las cosas que más disfrutaba. Pase mis dedos por su frente para quitar unos mechones de cabello y aunque quería dejarlo dormir no pude resistirme a acariciar su cara, pase mis dedos por sus cejas, su nariz y su mejilla. Estaba tan agradecida de tenerlo en mí vida, Sebastián era una de las personas más buenas que yo conocí. Me incline y para besarle en los labios, entonces sus labios respondieron mi beso mientras abría sus ojos lentamente.

- Hola linda, como te fue? Me pregunto él

- Muy bien bebe, creo que las fotos quedaron re lindas.

- Estoy seguro de que sí porque eres la más linda amor. Te extrañe como un loco, ven para acá... Sebas me rodeo con sus brazos y me empujó hacia él, nos quedamos abrazados en la cama.

Estaba esperando que él me dijera algo acerca de las publicaciones que había visto antes en Instagram, pero como no lo hizo decidí sacar el tema yo. Sebas es muy relajado, por lo que nos reímos mucho juntos con todos los comentarios y las imágenes que habían publicado las fans, pero decidimos no darles mayor importancia.

Como no queríamos dar más de que hablar decidimos cenar en la habitación, después de la cena empezamos a empacar las maletas, mi bebé tenía un vuelo al día siguiente en la tarde hacia Madrid por un show que debía dar allá y yo tenía que regresar a Buenos Aires y prepararme para el show en Mendoza que era en un par de días.

Todavía no terminábamos de hacer las maletas cuando Sebas se acerco a mí por la espalda, poniendo sus manos a cada lado de mi cadera para pegarme a él mientras dejaba besos en mi cuello y a lo largo de mi hombro.

Sin decir nada Sebastián cerro las maletas y las dejo en el suelo a un lado de la habitación. Estuvo sobre mí rápidamente, su mano se enrosco en mi cabello y me empujo suavemente para hacerme caer a la cama mientras me besaba.

. . . . . . . . 

El sonido del celular de Sebas perturbó el silencio de la habitación, alcance su teléfono y silencie la alarma porque su teléfono se había quedado sobre la mesita de luz de mi lado de la cama. Su cuerpo desnudo estaba envuelto alrededor del mío, sin abrir los ojos me apretó más contra él.

- No quiero ir a ningún lado y menos que tú te vayas - Me susurro en el oído

- Ambos tenemos que viajar amor - No había nada que quisiera más en ese momento que quedarme allí con él y hacer el amor en esa habitación todo el día.

Me hizo mover sobre mi estómago y luego se movió sobre mí, sus abdominales rozaban mi espalda. Su erección se frotaba contra mis nalgas mientras presionaba su cara contra la parte posterior de mi cabeza. Sus labios se movieron en mi cabello, e inhalo profundamente como si quisiera atesorar mi olor.

Hicimos el amor despacio, inclino su cuello para que sus labios pudieran estar cerca de los míos. Él llegaba tan profundo en este ángulo que no paso mucho tiempo antes de que los dos llegáramos al orgasmo. Cuando se recuperó un poco me beso el hombro antes de levantarse de mi espalda y darse la vuelta sobre el colchón, me envolvió de nuevo en sus brazos y con mi cabeza sobre su pecho volví a caer en un sueño profundo. 


EL AMOR ES MÁS FUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora