CAPITULO 24

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Martina

Llegamos a TEQUILA que es un boliche o una discoteca acá en Buenos Aires donde siempre vamos con mis amigas, es un sitio de toda mi confianza nos consienten con la música y la atención es siempre la mejor.

Encontramos a mis amigas en la mesa de siempre, hago las presentaciones entre ellas, Sebastián y Nicolás. Pedimos la bebidas y empezamos a bailar ya le había dicho a Sebas que solo podía estar un rato porque mañana viajo a Chile, es el Movistar Arena de mi amiga Cami y prometí estar ahí para cantar con ella, lo bueno es que casi todo está ya empacado y para lo poquito que falta sé que mamá me ayudara con eso.

Quería hacer que Sebastián se sintiera bien, por eso hablamos con el Dj del boliche y le pedimos que por favor pusiera algunas de sus canciones como YA NO TIENE NOVIO y TRAICIONERA. Sebastián no se separó de mí en toda la noche, y aunque mis amigas estaban ahí también él solo bailo conmigo.

Mientras bailábamos Sebastián no dejaba de abrazarme, tomarme de la mano y acariciarme el cabello. Me estaba provocando y definitivamente estaba funcionando porque moría de ganas por besarlo, pero habíamos acordado mantener esta relación en secreto por un tiempo y darle un beso en la mitad del boliche no ayudaba con eso. Unos minutos más tarde como si el pudiera leer mi pensamiento – o tal vez era yo que puedo ser demasiado transparente – Sebastián se acercó a mi y al inclinánarse su boca tomó el control de la mía, sus manos se relajaron bajo mi cabello y acariciaron mi nuca. Cerré los ojos y me deje llevar, paso su lengua por mi labio inferior antes de profundizar el beso y fue así como probé el sabor de la cerveza que él estaba tomando de sus labios y su lengua, después de unos minutos el intento alejarse pero sin poder evitarlo tome su labio inferior con mis dientes dándole una pequeña mordida entonces sus labios se estrellaron con los míos nuevamente. A la madrugada mientras esperábamos la cuenta para retirarnos del lugar Sebastián se acercó a mí por la espalda y me envolvió con sus brazos sosteniéndome cerca, se inclinó de tal manera que sus labios rozaron mi oído mientras preguntaba en un murmullo – Quieres quedarte conmigo esta noche hermosa?

Asentí con la cabeza. Definitivamente necesitaba un poco más de esto, no sabía cuánto tiempo iba a pasar hasta que pudiéramos encontrar un momento para vernos de nuevo y no quería pensar en eso, así que por lo pronto solo teníamos este momento.

Me despedí de mis amigas y les dije que me iba con Sebastián porque él me iba a llevar a casa. Caro que es mi mejor amiga y me conoce desde los 4 años, la mayoría de las veces sabe lo que estoy pensando y no tengo que decir nada cuando ella me susurra al oído – No te preocupes, en el camino le escribo a tu mamá para decirle que te quedas conmigo y que se te acabo la pila del celular – cuando se acerca para darme el abrazo de despedida.

Cuando llegamos al hotel vamos directamente al parqueadero para tomar el ascensor desde ahí y evitar miradas curiosas, nos despedimos de Nico al salir del ascensor y caminamos hasta la habitación de Sebastián sin cruzarnos a nadie en el pasillo, supongo que algo tiene que ver la hora, es de madrugada.

Entramos en la habitación y sebas deja la tarjeta que funciona como llave en la mesita que hay cerca de la entrada, me toma de la mano y me guía hasta el centro de la habitación. Me mira con tanta emoción que no sé cómo reaccionar a eso.

Eres tan hermosa y parece que no eres consciente de eso – Dice Sebastián, aunque parece que lo dice más para sí mismo que para mí.

Tan suave – Dice mientras pasa sus dedos por mi mejilla. Mi cabeza se inclina automáticamente hacia su contacto

Se inclina lentamente hacia adelante y sé que está haciendo tiempo para permitirme parar lo que está a punto de suceder, pero eso no va a pasar no tengo intención de moverme, estoy deseando esto tanto o más que él.

Su boca se estrella contra la mía lamiendo, succionando y haciendo que mi cerebro se desconecte por completo. Desliza sus labios a lo largo de mi cuello mientras tiro mi cabeza hacia atrás para darle un mejor acceso, su boca es tan suave que no quiero que se detenga.

Pone sus manos a cada lado de mi cintura y sus dedos encuentran el borde de la blusa que estoy usando no por mucho tiempo, porque sus manos empiezan a hacer un gran trabajo al sacarme la blusa y yo por supuesto no opongo ninguna resistencia. Mientras Sebastián trabaja en mi cinturón, el botón y la cremallera de mis pantalones yo me hago cargo de su camisa y sus pantalones. Finalmente nos quedamos en ropa interior y nuestros cuerpos se presionan uno con el otro, Sebastián me besa mientras yo agarro el cabello de su nuca cuando él profundiza el beso, Sebastián me levanta y mis piernas se envuelven en su cintura.

Me lleva hasta la cama y siento el suave colchón en mi espalda cuando todo su cuerpo presiona contra el mío.

Sebastián – Gimo mientras deja besos regados por todo mi cuello

Sebastián termina de retirar las pocas prendas que quedan entre nosotros. Lo que le da un acceso a mis pechos y de inmediato sus manos van ahí, tengo pechos pequeños pero eso parece no ser un problema para él.

Finalmente siento sus dedos explorar más abajo, cuando inserta un dedo en mi interior me tenso de inmediato.

Relájate amor, prometo ser delicado – Dice y le creo cuando lo miro a los ojos.

Sebastián es un hombre alto y fuerte, sabía que se moría de ganas por estar dentro de mí, pero parecía postergar ese momento, estaba esperando que yo estuviera lista para recibirle.

Cerré los ojos al sentir que me penetraba, su miembro era grande y aunque sentí un poco de dolor trate de disimularlo. Sin embargo Sebastián no había dejado de estar atento a mis reacciones e intento consolarme. Ya va a pasar hermosa, no tienes idea de lo que provocas en mí – Me susurro al oído

Finalmente Sebastián se abrió paso entre mis piernas y empezó a empujar entre ellas, me besó el cuello y succióno cada uno de mis pechos mientras sostenía mi cabeza con una de sus manos contra sus empujes. Después de un tiempo sus movimientos provocaron una contracción de necesidad en mis músculos internos, Sebastián se dio cuenta de esto y empezó a moverse de manera más rápida y en círculos, un espasmo de calor explotó cuando los dos alcanzamos el orgasmo.

Él  dejó caer su frente contra la mía, mientras los dos luchamos por aire. Unos segundos después me cubrió con su cuerpo, y me beso el cabello y la cara también.

¿Estás bien amor? – Me preguntó 

Me acurruque en su pecho y lo besé, no quería que este momento terminara. Estoy bien – Le susurré

Sebastián me beso con suavidad, me envolvió en sus brazos con mucha fuerza y no tarde mucho en quedarme dormida.

EL AMOR ES MÁS FUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora