CAPITULO 15

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Sebastián

Necesito cada gramo de control que hay en mí para no salir tras ella, traerla de vuelta a la habitación y no dejarla salir nunca más.

Aprovecho el tiempo que se tarda Tini en bajar y acomodar su auto para recoger del suelo la botella de agua que le había dado antes, poner el teléfono en la base del mismo sobre la mesa de noche y poner la bufanda de Tini junto a su bolso sobre la mesa. No es que sea un maniático del orden, es solo que necesito ocuparme y pensar en otra cosa para poder calmarme. Unos diez minutos más tarde Martina tocaba la puerta,

Apenas deje que Martina cruzara la puerta y la cerré de inmediato. Me acerque rápidamente a ella haciendo que su espalda quede apoyada contra la pared y ella no hace ningún esfuerzo para escapar, me inclino un poco y pongo mi boca en su lado izquierdo del cuello haciendo un camino de besos hasta su oído para finalmente tirar del lóbulo de su oreja suavemente con mis dientes.

Sebastián... – Susurra, mordiéndose el labio

Entrando en razón por un momento, me incorporo un poco para darle un beso en la frente y abrazarla fuerte.

Linda eres mi mayor tentación – Le digo mientras ella me rodea con sus brazos

Discúlpame por haberte besado, pero no lo pude evitar. Quiero dejarte claro que tú me gustas mucho, me haces sentir muchas cosas muy bacanas, disfruto mucho compartir tiempo contigo y hablar así estemos a kilómetros de distancia. – Tenía que hacerle entender a Martina que yo no buscaba únicamente sexo

Vos también me gustas y la paso muy bien con vos. – Dice Tini mientras se separa un de mí y levanta su cabeza buscando mi mirada

Hermosa a mí me gustaría que nos conociéramos más y ver qué puede pasar más adelante, claro si tú estás de acuerdo – Asegure

Sí, me parece – Contesto Martina mientras me abrazaba de nuevo

Así abrazados caminamos hacia la habitación, enciendí la televisión mientras Martina se quitaba los zapatos para subirse a la cama, tome el control remoto del televisor y me acerque a la cama. Acomodé las almohadas para recostarme en ellas, Martina se recostó sobre mi pecho y yo la rodee con mi brazo, cambie de canales hasta que encontré un canal de videos musicales. Estire mi brazo para que mi mano pudiera alcanzar su cabello y hacerle cariñitos.

Me encanta que me hagas mimitos – Dice Martina con voz soñolienta

Finalmente terminamos quedándonos dormidos. Un par de horas más tarde desperté pero Martina seguía dormida, entonces decido dejarla dormir un poco más así que tomo el teléfono de la mesa de noche y llamo para pedir que nos lleven la cena al cuarto.

Me acerco nuevamente a la cama y me resulta imposible apartar la mirada de ella, es tan hermosa que sin poder resistirlo más cierro el espacio entre nosotros y la beso en la boca, lo que la hace despertar.

Lo siento linda, no quería despertarte, pero me moría de ganas por besarte – Me disculpe con ella

A lo que Martina respondió sosteniendo mi cabeza mientras aplastaba su boca con la mía.

Cenamos en el cuarto, aprovechamos para conocernos más, hablamos de los gustos de cada uno, de experiencias vividas, de nuestras familias, le mostré a Martina mis canciones favoritas y ella hizo lo mismo. Compartir tiempo con ella de esta manera era algo que definitivamente quería seguir haciendo.

Linda me encantaría que te quedaras y pasaras la noche conmigo. Que dices? – Después de dar muchas vueltas me arriesgué a preguntarle

No se... viste que dijimos que íbamos a conocernos primero y todo eso – Contesto Martina con un tono de duda en su voz

No linda, no me malinterpretes. Si quiero que te quedes a pasar la noche conmigo, pero no tiene que pasar nada es decir podemos simplemente dormir juntos, si tú quieres. – Le aclare

Está bien, déjame le escribo un mensaje a mama para avisarle que me quedo esta noche acá – Dijo ella unos minutos después de pensarlo

Martina no venía preparada para quedarse a dormir aquí, por lo que le ofrecí una de mis camisetas para que se cambiara y estuviera más cómoda.

La veo salir del cuarto de baño con mi camiseta a medio muslo de sus piernas y me es imposible dejar de mirarla. Martina es delgada, pero para mí ella es perfecta.

Yo ya me había quitado la ropa y me había puesto unos pantalones de franela.

Nos tumbamos en la cama, con mis brazos envueltos alrededor de su cuerpo, ella se apoya y engancha su brazo alrededor de mi abdomen bajo, presionando su rostro en mi cuello para mantenerme cerca. En esa posición nos quedamos dormidos nuevamente, y descubro que es así como quiero dormir todas mis noches.

EL AMOR ES MÁS FUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora