—Deberías darle una oportunidad— Dice Ten revolviendo su café con una pajilla. Están sentados en una mesa en la cafetería del campus y los dos deberían estar leyendo, pero mientras Doyoung tiene sus notas frente a él, Ten ni siquiera se molestó en imprimirlas. Normalmente Doyoung lo regañaría, pero hace tiempo que se dio por vencido con respecto a esa clase en particular. Ten tiene razón: el profesor tiene poco conocimiento sobre el tema y, sea lo que sea que él sepa, se las ingenia para ponerse insufriblemente aburrido durante sus clases. A veces, Doyoung siente el deseo de echarlo y hacerse cargo de la clase.— Quiero decir, una o dos citas no te harán daño.
—¿Por qué debería siquiera molestarme— Doyoung mira a Ten abrir otra bolsita de azúcar y vaciar su contenido en el café. Debe ser su tercera bolsita.—¿Más azúcar?
Ten solo sonríe.— Se supone que el café Americano y el expreso son amargos. Esto...—Una vez más comienza a remover su moca con hielo— Se supone que endulza, no cambies el tema ¿Por qué no quieres ir? Él es realmente lindo.
—Tal vez, pero es un omega.
Ten gira los ojos.— ¿Y? tú también.
—Ese es el punto.
—Quiero decir, tú también, pero todavía le gustas ¿Qué es esto, la Edad Media? ¿Solo vas a aceptar a un alfa, solo después del cortejo apropiado y el permiso de tus patentes?
—Sabes muy bien que mi familia es tradicional.
Ten levanta sus manos. —Me rindo, hablemos de otra cosa.
Doyoung frunce el ceño. Después de algunas malas discusiones que tuvieron en el pasado Ten comenzó a actuar como si ni siquiera valiera la pena oír sus opiniones. Doyoung entiende que Ten debe considerar que su amistad es más importante que sus puntos de vista y no quiere pelear de nuevo, pero aun así le molesta. Él sabe que no es estúpido y, sin embargo, Ten tiene un talento para hacerlo sentir como un niño inmaduro.
—No soy tan estrecho de mente ¿Sabes?— Murmura odiando el hecho de que suene malhumorado.— Solo... ¿Para qué molestarme?
Ten lo mira por un momento, luego su rostro cambia a una sonrisa.—Si no eres cerrado de mente, pruébalo y al menos considera salir con él.
Doyoung resopla, sin molestarse en responder. Envuelve sus dedos alrededor de su café llevando lentamente la taza de plástico a sus labios y tomando un sorbo. Es amargo y aunque él está de acuerdo con Ten sobre cómo debe saber el café Americano, ese no es un buen tipo de amargura. Está desabrido y deja un mal sabor en la boca. El café de la cafetería solía ser mejor. Doyoung se encuentra deseando haber pedido un capuchino.
—Honestamente— Ten mira su teléfono cuando este parpadea con una luz de notificación y lo toma— Él es un buen partido, es atractivo y bastante popular. Es muy bueno en el equipo de fútbol, sabes que todavía es bastante raro que un omega pueda obtener el puesto de capitán, pero no podían ignorar su talento. También es divertido y agradable. Y muy sexy.
Doyoung toma otro sorbo de su repugnante café procesando las palabras. Él no entiende por qué Ten está tan decidido a hacerle salir con Yuta de repente.
—¿Por qué te preocupa tanto?
Ten suelta unas risitas, mirándolo. —Porque amigo, en serio necesitas acostarte con alguien.
Doyoung refunfuña. —Cállate.
Nada intimidado por su expresión enojada Ten solo se ríe y luego vuelve a escribir algo en su teléfono. Doyoung hace otro intento de concentrarse en las hojas de texto impresas extendidas en la mesa frente a él, pero su mente sigue vagando.
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Cuando se trata de nosotros.
Hayran KurguUn amor prohibido entre omegas. Yuta x Doyoung. *Historia traducida con el permiso de la autora: Bijyu*