SIETE AÑOS ATRÁS
—Nunca he pensado en ser madre.
Alba se mordió los labios nerviosa, observando el ambiente a su alrededor. Todavía era temprano, pero ya había algunos niños jugando al aire libre. Una de las cuidadoras del lugar los vigilaba sentada en un banco y el sonido de las risas infantiles llenaba el aire.
—¿Tienes dudas ahora?
Natalia miró a su esposa con una de las cejas levantadas. Alba suspiró y se escondió en el pecho de la morena, buscando su puerto seguro para que pudiera calmarse.
—¿Y si no soy una buena madre? ¿Y si arruino todo?
La morena casi podía sentir el cuerpo de la más baja temblando y por eso, pasó los brazos por los hombros de la otra y empezó a acariciar sus cabellos en un abrazo apretado.
—Albi, no vas a arruinar nada. ¡Angélica ya te adora!
Otro suspiro llenó el aire, lo que hizo que Natalia apoyara su mejilla en la parte superior de la cabeza de la otra, apretándola aún más contra sí.
—Tengo miedo de estropearlo todo y que de un día para otro le deje de caer bien.
Natalia se alejó un poco de la otra delicadamente, obligando a Alba a mirarla, de modo que pudiera ver la seriedad de sus palabras reflejadas en su expresión
—¡No vas a estropear nada! ¿O no sabes que es imposible que alguien no te quiera? —La rubia ofreció una pequeña sonrisa como respuesta que acabó reflejada en el rostro de la más alta—. Mi amor, estoy aquí contigo.
—Gracias, parece que siempre sabes qué decir.
—Cariño, ¿no sabes que tengo un don con las palabras?
Alba rio con el tono divertido que había en las palabras de la morena, pero antes de que pudiera responder, la conversación de las dos fue interrumpida por una voz distinta.
—¡Buenos días!
La pareja dirigió su atención a la recién llegada. Una mujer de 40 años que tenía una gran sonrisa venía hacia las otras dos con una pequeña maleta que más bien parecía una mochila. En el otro brazo descansaba una niña con un vestido floreado, el cabello rizado que descansaba alrededor de sus hombros, mientras su cabeza descansaba sobre el hombro de la mujer. Parecía adormilada pero, aún así, a los ojos de las dos mujeres unidas de la mano era la niña más bonita que jamás habían visto.
—Buenos días, Vera —respondieron al unísono.
—Parece que alguien ya está lista para irse a casa, incluso estando un poco cansada.
La morena miró la pequeña maleta de la niña y sintió que su corazón se apretaba. Le parecía tan triste que todo lo que tenía pudiera caber en un espacio tan pequeño... Trató de deshacerse de estos pensamientos recordando la habitación que la esperaba y todas las cosas que podrían comprar juntas desde allí.
—¡Angélica, cariño, despierta, mira quiénes han venido a buscarte!
Unos grandes ojos marrones aparecieron detrás de largas pestañas oscuras. También era posible ver una sonrisa nacer en su boca, incluso si el dedo de la niña en su boca no la dejaba ver del todo.
—¡Abi! ¡Nat!
Y en ese momento, todos los temores y inseguridades de Alba se disiparon como el polvo en el viento. Por fin, esbozó una gran sonrisa.
—¡Hola, mi amor! ¿Estás bien?
—¡Aúpa!
Natalia tuvo que darse prisa para abrazarla, ya que la niña de casi dos años se tiró hacia ella. La abrazó con fuerza, sintiendo el olor de su champú de Nenuco.
—Angélica, ¿recuerdas de lo que hablamos? —preguntó la cuidadora y la niña asintió torpemente—. Por fin vas a vivir con Alba y Natalia.
—Casa.
Su voz estaba distorsionada porque todavía tenía el dedo en la boca, pero era imposible no escuchar lo que había dicho. Alba se acercó, dejando un beso en su frente.
—Así es, mi amor, ¡vámonos a casa!
—Espero que no estés planeando irte sin despedirte.
Eva, una mujer de pelo corto y que tenía una cámara en la mano, se acercaba ligeramente. La mujer era la directora del refugio y otra pieza importante para la realización de ese momento. Todas se saludaron con besos y abrazos y la recién llegada pronto mostró la Polaroid en su mano, pidiéndoles que sacasen fotos.
—Me gusta registrar cada victoria que tenemos, cada niño que nos deja para ir para su casa.
Ella acarició el pelo rizado de la chica que se relajó aún más en el hombro de la más alta. Se podía ver el afecto que la anciana sentía por los niños de los que era responsable. Había estado cuidando de ese lugar durante muchos años y, aunque había visto muchos resultados felices por las adopciones que buscaba, aún se conmovía con todas ellas.
Al final, hicieron turnos para capturar las fotos con Eva y Vera, sacando dos fotos con cada una para que las dos parte pudiesen tener aquel recordatorio. Todo el ajetreo hizo que la niña se despertara y ahora estaba agarrada a la pierna de Alba que acariciaba su cabello sin prisa.
—Tú sabes que el proceso de adopción es bastante lento, pero obtener la custodia legal ya es un gran paso. Si necesitas ayuda con algo, puedes contar con Vera y conmigo.
—¡Lo sabemos, Eva! ¡Gracias! Este momento es.. —Natalia pareció perder sus palabras por un momento—. Ni siquiera sé cómo explicarlo.
La amable sonrisa en el rostro de la mujer calentó los corazones de las dos nuevas madres.
—Lo haréis bien, estoy segura —La anciana bajó a la altura de la niña—. Ahora quiero un besito de esta niña antes de que se vaya.
Angélica se colgó del cuello de la mujer y repitió el proceso poco después con su cuidadora. Agitó sus diminutas manos de lado a lado en un gesto de despedida, antes de agarrar las manos de Alba y Natalia, atrayendo su atención.
—¿Casa? ¿Casa?
—Ya vamos, mi amor, ya vamos a casa.
Y así se fueron las tres, tomadas de la mano hacia el coche. Ahora, despierta, Angélica parecía una pequeña bola de energía y Natalia no pudo evitar reír por el hecho de que ya se parecía tanto a la mujer que tanto amaba.
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Hola!
Quiero dar las gracias a todas que han dado una oportunidad a esa historia. No es la primera que escribo, pero si que és la primera que escribo en castellano y eso me deja un poco insegura.
El hecho de poder subirla aquí es gracias a Susana (@PipiltheS en twitter) quien está ayudandome con la revisión. Y también gracias a Alicia co-autora de COAP y CBAT (@aliery_) quien me ayudó a encontrar a Susana, así que muchas gracias chicas!
Un saludo especial a Ángeles (@flywithmaite_ en Twitter) quien ha revisado la sinopsis y a Bruna (@brunaxexe) quien me ha apoyado en la idea de subir esa fic.
Espero que a todas les guste lo que escribo y que les interese lo que tengo para contar.
En twitter soy @misjaay_ si alguien se interesa hablar sobre la historia o cualquier otra cosa.
Hasta la proxima!
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Symphony
FanfictionAngélica es el ángel que apareció en las vidas de Alba y Natalia cuando las dos menos estaban esperando. Con sus ojos marrones, su cabello rizado y una alegría que se contagia, la niña parece ganar a todos a su alrededor y siempre obtiene lo que qui...