ACTUALIDAD
- Cumpleaños feliz...
Angélica comenzó a escuchar dos voces que conocía muy bien, parecían distantes, pero solo escucharlas fue suficiente para poner una sonrisa en su rostro. Poco a poco abrió los ojos, frente a la figura de sus madres sentadas una al lado de la otra en su cama. La rubia tenía en la mano una magdalena decorada con una vela rosa y la morena tenía un misterioso paquete de estampados de unicornios.
- Buenos días marmota.
- Buenos días mamá, buenos días mami.
- Feliz cumpleaños, mi amor.
La niña se sentó con una sonrisa aún más grande en su rostro, a pesar de tenerlo hinchado por el sueño.
- Creo que deberías apagar la vela pronto, antes de que se derrita por todo tu pastel.
- No olvides de hacer tu pedido.
Alba advirtió antes de que la niña apagara la vela, lo que hizo que cerrara los ojos con fuerza pensando en lo que podía pedir. Su vida era muy buena, tenía todo lo que quería, sus abuelos estaban allí con ella y sus amigos vendrían más tarde para una fiesta en el jardín.
Solo había dos cosas que realmente quería en el mundo y parecía que sus madres no querían darle ninguna de ellas. Aun así, con los ojos cerrados y el corazón lleno de esperanza, pidió.
"Por favor, por favor, por favor. Si no puedo audicionar para el programa, al menos tenga un hermano pequeño. Por favor, universo."
Y con un simple soplido, se deshizo la pequeña llama. Angélica abrió los ojos para encontrar los de su madre llenos de expectativa. Natalia retiró suavemente la vela y extendió el pastel hacia su hija.
- ¿Y entonces?
- No te puedo decir, mamá. - la niña tomó un bocado de la magdalena. - Si te digo que és, no sucederá.
Ella puso los ojos en blanco como si esperara que su madre fuera más inteligente y supiera la respuesta a lo que había preguntado, lo que llevó a las dos mujeres a reírse de manera espontánea.
- Tienes razón, cariño. - Alba acarició las mejillas de la niña con una sonrisa en sus labios. - Espero que tu deseo se haga realidad.
- Yo también, mami.
- Bueno, si no vamos saber que es, ¿por qué entonces no abrimos tu regalo?
Natalia habló con un tono emocionado, extendiendo el paquete de colores hacia la niña, que ahora ya había devorado la mitad del pastelito. Los ojos oscuros de Angélica se abrieron de emoción cuando vieron el paquete, haciendo que dejara caer la comida sobre la mesa al lado de la cama y tirara el regalo sobre su regazo.
Se veía suave. Sacudió el paquete tratando de ver si estaba haciendo ruido, pero no oyó nada más que el papel arrugado. Se mordió el labio nerviosamente, tenía la corazonada de lo que había dentro, pero al contrario no le emocionaba mucho.
- ¿De qué sirve tratar de adivinar? - habló Natalia. - Ábrelo.
Las dos mujeres intercambiaron miradas mientras la niña seguía las instrucciones de su madre. Encontró un pliegue con cinta y comenzó a abrirlo con mucho cuidado para no romper el paquete.
Sacó un vestido rosa del interior, tratando de controlar sus propias reacciones. No era exactamente lo que quería obtener en la mañana de su cumpleaños, pero era exactamente lo que pensaba que sería cuando tomó el paquete en sus manos.
- ¿Qué pasa, mi amor? - Alba se acercó a la niña. - ¿No te gusta?
- Me gustó, mami. Es muy bonito.
ESTÁS LEYENDO
Symphony
FanfictionAngélica es el ángel que apareció en las vidas de Alba y Natalia cuando las dos menos estaban esperando. Con sus ojos marrones, su cabello rizado y una alegría que se contagia, la niña parece ganar a todos a su alrededor y siempre obtiene lo que qui...