Capítulo 11.

2K 250 102
                                    

Mentirían si dijeran que Billy y Freddy no habían soñado antes con ese momento.

Sus labios tocándose. El sabor. El calor. La explosión de emociones. Todas las inseguridades habían desaparecido, dando paso a un primer beso perfecto.

Cuando se separaron, ambos se sonrieron el uno al otro, ignorando los aplausos a sus espaldas. Parecía que, en ese momento, solo eran ellos dos.

Billy acarició la mejilla a Freddy y este le tomó la mano con dulzura.

—Te quiero, Billy.

—Y yo a ti, Freddy. Eres el mejor.

Y por un instante, el mundo entero se detuvo para ellos.

—Perdón, pero debo retirarme. La cursilería no va conmigo— el villano a aprovechado para liberarse y ahora corre veloz hacia afuera, doblegando a los policías que se le cruzan.

Si, la policía no podrá con él.

Los hermanos se miran entre ellos. Todos piensan igual. No lo dejarán escapar.

Y además, afuera vuelven a ser la familia Shazam.

Ese villano se está acorralando solo y ya los cansó.

Salen tras él a toda prisa (Billy cargando a Freddy estilo nupcial. Este a su vez sonrojandose mucho).

Una vez afuera, sienten su fuerza restablecerse. El villano corre por los techos a prisa, pero no será más rápido que ellos.

—¡Shazam!

La super familia está de vuelta. Los rayos los envuelven y son los héroes una vez más. Freddy y Billy intercambian una mirada y luego asienten. A gran velocidad, los hermanos rodean al villano en medio de uno de los tejados.

Este, al verse acorralado, deja de huir y comienza a reír.

—¿De qué demonios te ríes?— le pregunta Freddy.

—Bueno, pues de que crean que conmigo acabará— se relame los labios—. Muchos quieren a Shazam, sus poderes... Uff, lo que haría cierta gente con sus poderes...

—¡¿Qué quieres decir?!

—¡Sólo soy un peón! Ya verán, la venganza que llegué será...

Pero se calla de golpe, eso, probablemente, porque Pedro le ha dado un gran golpe en la cabeza.

Todos miran a su hermano sorprendidos hasta el punto de abrir la boca, formando con ella una O.

Pedro se encoge de hombros a la para que dice:—¿Qué? Su monólogo de villano era muy aburrido.

—No puedo ir en contra de esa lógica— admite Freddy, encogiéndose de hombros.

Los demás le dan la razón con un asentimiento de cabeza.

Billy se acerca al villano inconsciente y lo ata con fuerza con una cuerda que quién sabe de dónde salió.

Todos se miran y suspiran a la par. Luego, chocan los cinco entre ellos.

Al fin acabó.

—¡Cuidado! ¡Se cae del techo!— grita Eugene, señalando al villano inconsciente que se desliza por el tejado.

Darla, superveloz, logra sostenerlo a tiempo y sonríe orgullosa de sí misma.

—Tranquilos, lo tengo.

—Si, eso pudo haber sido un desastre— comenta Freddy, y todos acaban por reír.

....

Si, hace menos de un par de horas que todo acabó.

Billy y Freddy se encuentran ahora mismo solos en un parque, sentados en una de las bancas de madera entre los troncos de los árboles.

Ahora que la adrenalina los a dejado, su nerviosismo adolescente de estar a solas con la persona que les gusta es muy evidente.

Freddy tambarilea los dedos mientras que Billy observa las hojas de un árbol como si pudiera encontrarles mil y un rarezas.

—Yo...— hablan a la vez y, por tanto, se callan a la vez y desvían la mirada.

Dios, piensa Billy, había olvidado lo difícil que era esto.

—Billy— habla Freddy con voz pausada.

—¿Si?

—¿Tienes las manos frías?

Billy recuerda esto. La primera vez que se tomaron las manos. No puede evitar sonreír al darse cuenta de por dónde va Freddy.

—No— le sigue el juego—. Pero, ¿sabes?, mis labios si que están muy fríos.

Y Freddy sonríe, volteando al fin a mirarlo. Un sonrojo le cubre las mejillas.

—Puedo ayudarte con eso, si quieres...

Billy asiente con una sonrisa en el rostro.

—Eso sería genial.

Freddy se inclina hacia él y le besa en los labios. Billy sonríe entre el beso, aferrándose a la cintura de Freddy. Este beso es más lento, menos movido por la adrenalina que el primero, pero igual de dulce.

Al separarse, a ambos les brillan los ojos y Billy se atreve al fin a preguntarle. Esa pregunta que tanto deseaba hacer.

—¿Quieres ser mi novio, Freddy?

—Ya te estabas tardando, ¿eh?— no puede evitar bromear un poco. Acerca a sus labios al oído de Billy y le susurra con
claridad—. Si.

Y eso es todo lo que hace falta. Sus labios se vuelven a unir y, al verlos, uno nunca podría imaginar que han estado separados.

Este es el ¡Shazam! más grande que alguna vez Billy podría gritar. La transformación más fabulosa de Billy Batson el chico solitario, a Billy Batson el chico que ama a Freddy Freeman.

Después de todo lo que han vivido, sabe que ahí es el único lugar donde quiere estar.

....

Fin. Aaaaah, casi. Calma, aún queda el epílogo que será subido en instantes.

Díganme, ¿que les ha parecido esta novela? ¿la disfrutaron? ¿sugerencias? ¿comentarios?

No me alargare más, ¡nos leemos en el epílogo!

¿Y si te quiero? | Breddy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora