-y con eso termina la lección de hoy, recuerden traer su proyecto la próxima semana- dice el profesor aguardando sus cosas justo cuando toca el timbre
Aguardo mis cuadernos y libros, me acomodo los lentes y salgo del salón. Camino por los pasillos directo a mi casillero para dejar mis cosas y tomar las de la siguiente clase. Si no estoy mal me toca cocina.
La maestra vainilla es encargada de darla, y si no estoy mal nos toca hacer un pastel de naranja y durazno. Me emociona la clase de ella, es divertido al igual que el de arte, yo considero la cocina como una, muy deliciosa jejeje.
Aguardo todo y voy al salón, esquivando a todos. Al igual que sus habladurías. Lo típico.
Entro al lugar encontrando a varios de mis compañeros del grupo, yo me voy a un lugar desocupado. No soy de tener amigos, soy demasiado tímido para hablar y me apena, además de que siempre he sido el tachado del lugar.
Supongo que es porque soy becado en una de las mejores escuelas de la ciudad. Ya que este lugar es para niños ricos.
Suspiro, mejor no pienso en eso. Sé que no soy como ellos, y no pienso aparentar que lo soy.
-buenos días- dice la coneja entrando
-buenos días señorita vainilla- saludamos todos
-muy bien chicos, en la clase pasada quedamos en hacer un pastel de naranja y durazno, y para eso aré las parejas- escucho quejas a mi alrededor, por lo general muchos no se agradan
Cada quien tiene su grupo y algunos se pelean con otro grupo. Por ejemplo están Sally y mina, las porristas, que siempre están reñidas con amy y rouge, que son las mejores en el club de natación. O shadow y Sonic, son capitanes de distintos equipos, no están en ninguno mismo porque se vuelve una batalla campal entre ambos.
La señorita vainilla comienza a elegir las parejas, entre regaña dientes veo a algunos hacer parejas con otros, colocándose el delantal.
-roockie, tu estarás con Sonic- me señala
Veo como el mencionado me ve, y no puedo evitar sonrojarme. Sonic the hedgehog, uno de los más populares en toda la escuela, conocido por su carisma y por ser el más rico dentro de este lugar. Y claro, el amigo de todos. Menos yo, claro.
Respiro profundo y voy con el colocándome el delantal.
Tranquilo roockie, tranquilo, no hagas nada estúpido y sigue las instrucciones.
Aprieto los puños tratando de calmarme, los nervios son potentes en mí, considerando que Sonic me gusta mucho.
Así es, me gusta el señor popularidad. Como no hacerlo, cuando llegue aquí, a pesar de ser el más popular, fue amable conmigo a pesar de todos los demás. Pero para no molestarlo y hacerlo tachar en burlas que arruinen su estatus me mantengo a raya. Con todos en realidad. Además que mi timidez no me deja acercármele sin sentir que me desmayo. Como ahora.
-muy bien, comencemos- dice la maestra
-roockie- me llama el azul
-si?- tranquilo, tranquilo
-este... no soy muy bueno en esto, espero no importe- sonríe un poco avergonzado, se ve tan lindo!
-no te preocupes- sonrió levemente
Comienzo yo hacer las cosas, agarro un bol y coloco margarina y azúcar la cual comienzo a mezclar para que quede suave como espuma, luego de eso coloco huevos y después la harina, un poco de esencia de naranja y jugo de la misma, además de un poco de ralladura de su cascara.
-sonic, podrías revolver esto mientras hago lo demás?- digo sin verlo, si lo veo me dará algo
-claro- se lo paso y el hace lo que le pedí
Vamos roockie, no te desmayes ahora. Me repito porque siento que mi corazón va muy rápido, tanto que puede explotar en cualquier momento.
Agarro las naranjas y rayo su cascara, a estas las hecho en la crema con un poco de azúcar y uso la batidora para darles ese toque espumoso que posee el merengue.
-así está bien?- Sonic me muestra el bol con la mezcla
Uso una pequeña cuchara para probarlo y asiento
-perfecto-
Preparo el molde y vierto la mezcla que Sonic tenia, mientras el merengue se congela un poco. Lo coloco en el horno.
Saco los duraznos y comienzo a partirlos con cuidado, dejando varios gajos en otro pequeño bol.
-eres bueno en esto- me dice muy cerca
Eso me pone tan nervioso que termino cortándome uno de los dedos.
-lo siento, te distraje, deja que te ayude- me dice para tomar mi mano y meter mi dedo en su boca.
Siento mi cara tan caliente que estoy seguro que se nota. Mi corazón retumba, me siento desmayar. No! No te desmayes, que vergüenza, resiste.
-no, no es necesario que lo hagas- saco mi dedo y me aparto un poquito
Calma roockie, calma
-por qué te alejas tanto de mí? Yo no te he hecho nada- me ve y yo prefiero seguir cortando los duraznos
-no se a... a que te refieres- respiro un poco profundo, necesito calmarme
-desde el principio de año quise ser tu amigo, pero te mantienes alejado de todo y todos. Ni me saludas, ni siquiera me hablas- me detengo al terminar de cortar los duraznos y me les quedo viendo ajustando mis lentes
-eso, es porque no deseo perjudicarte, además, me, me es difícil hacer amigos. Considerando mi situación- bajo un poco las orejas
Suspiro y voy por el merengue, le hecho un poco de harina y leche al ver que está algo pesada. Vuelvo a batirla, también le agrego un poco de miel de durazno, donde estaban encurtidas las que acabo de cortar.
-perjudicarme? Te refieres por lo que te molestan todos?- asiento
-sí, y por favor, dejemos de hablar del asunto- susurro
No quiero que insista más, ya que esa no es la única razón por la que me mantengo alejado de todos, especialmente de él.
Saco el pastel del horno al ya estar listo. Lo desmoldo y lo corto a la mitad, en la parte de abajo coloco un poco de merengue y duraznos, coloco la parte de arriba y lleno todo de merengue para luego adornarlo con los demás duraznos.
-ho roockie, ya han terminado- dice la señorita vainilla cuando llega conmigo
-si señorita vainilla, espero no le moleste, le di mi toque personal a la receta- sonrió apenado
Ella toma un pequeño cuchillo y parte un pequeño trozo, para luego probarlo, sonríe.
-esta delicioso- nos coloca la nota de su clase –bien hecho- se va con los demás que ya están terminando
Sonic hace lo mismo después de ella, y lo prueba, puedo ver como se sonroja.
-delicioso- susurra mirándome
Desvió la mirada rojo, y feliz, le gusta mi comida. Eso me hace sentir bien.
-si quieres puedes llevártelo- sonrió mientras agarro una pequeña parte y lo aguardo para llevármelo
-gracias- dice contento aguardando lo demás
En eso escuchamos el timbre del almuerzo, dándole fin a la clase, tomo mis cosas y salgo antes que todos. No quiero que me atrapen y comiencen a molestarme, necesito ocultarme donde siempre. En la terraza de la escuela.
