El timbre suena con fuerza escuchándose en toda la escuela. Cierro mi libro de matemática aguardándolo en su lugar. Agarro mis cosas y salgo del salón con todos mis compañeros.
-hoy si estaba difícil- escucho a knuckles con la cara llena de pesar
-si estudiaras esto no pasaría- regaña el niño genio del grado
-calla tails, tú no tienes que esforzarte, todo te lo sabes- hace un puchero como niño pequeño y suelto una risa pequeña sin poder evitarlo –de que te ríes silver- me mira con molestia
-de nada- desvío la mirada
-como sea, que clase les toca?- knuckles cambia el tema
-yo tengo que ir a la clase de química- dice tails mirando su horario
-yo voy a la de lengua- respondo mirando la mía
-yo estoy con silver- dice knuckles sonriendo –significa que nos vamos juntos- coloca su brazo sobre mis hombros
-los veo en la salida entonces- dice el zorrito caminando hacia otra dirección
-hasta luego- Lo despido con la mano y voy con knuckles hasta mi clase de lengua. Entramos y nos sentamos en el segundo y tercer lugar donde están las ventanas. Son buenos lugares
-oye, y que tal te va con blaze?- llama mi atención mi amigo pelirrojo
-pues, bien, creo, ella es un tanto reservada y misteriosa, es más, desde el beso que nos dimos en la fiesta de vacaciones no he vuelto hacerlo, no me deja-
-pff que mal plateadito- palmea mi hombro como si me quisiera consolar
Aunque realmente no me importa mucho, es como que la chispa entre ella y yo haya terminado. No lo sé, nuestro noviazgo ha sido muy raro, a pesar de no llevar mucho tiempo.
Escuchamos el timbre de entrada, varios compañeros entran al último minuto y se sientan en su lugar esperando al profesor Jhon, un viejo gruñón que es muy estricto y regañón.
Pasan unos minutos y la puerta al fin abre, dejando ver a un erizo azul con traje negro y unos libros en su brazo izquierdo, entra y cierra la puerta, nos mira a todos lentamente hasta que conecta conmigo, no puedo evitar sonrojarme un poco al verlo, sus dos ojos esmeraldas brillando contra el sol, dos verdaderas joyas.
Camina hasta el escritorio y deja sus libros, toma la tiza y escribe en el pizarrón de forma grande y clara.
-buenos días muchachos, soy el profesor Sonic Maurice the hedgehog, pero pueden llamarme Sonic, seré su nuevo profesor de lengua ya que su anterior profesor se jubiló por su edad- deja la tiza –bien, comenzaremos conociéndonos un poco, por favor levántense uno por uno y díganme su nombre, su edad, y algo que les guste hacer- dice señalando la fila que se encuentra cerca de la puerta
Una gata se levanta y comienza a decir la información que pidió, pero no escucho lo que dice, mi vista está en el profesor, no puedo dejar de mirarlo, sus expresiones, sus movimientos, los detalles de su rostro hace que mi mente divague.
Parece que se da cuenta que lo observo, en escasos momentos sus ojos esmeraldas me observan directamente, son solo segundos, pero para mí se sienten como horas.
-hey, silver, tierra llamando a silver- alguien susurra a mi espalda moviéndome
Parpadeo un poco y observo a knuckles –te toca genio- me dice haciendo que mire a todo el salón y al profesor
Me avergüenzo mucho ya que parece que llevan tiempo mirándome.
-bueno, parece que alguien ha estado pensando en otra cosa- dice el profesor –lo dejaré pasar solo porque es mi primer día, solo espero no tener que estar llamándole la atención en mis clases-
-he, no, claro que no profesor, lo siento- rasco detrás de mis púas bastante nervioso
-eso espero, ahora levántate y dime tu nombre-
-si- me levanto –soy silver the hedgehog, tengo 18 años, y me gusta jugar con mis amigos y ver películas- me siento relajándome en un largo suspiro
-muy bien silver- me sonríe levemente conectando su mirada con la mía un momento
Escucharlo decir mi nombre mientras miro sus ojos me da un escalofrió extraño.
-bien, el que sigue- desconecta su mirada con la mía y escucho cuando knukcles comienza a hablar.
Bajo la mirada sintiendo que mi cara arde y mucho, como si me quemara.
-muy bien, no soy bueno con los nombres, pero se me quedaran con el tiempo, mi nombre ya se los dije, tengo 25 años y me gusta leer y hacer deporte, aunque suene contradictorio- sonríe y tome su libro –bueno, ahora sí, comencemos como se debe-
Levanto la mirada cuando comienza de nuevo a dar su clase, pero creo que fue mala idea porque no puedo voltear a otro lado, solo lo sigo a él mientras se mueve por la clase, hablando y preguntando cosas de las cuales no presto atención.
No sé qué sucede conmigo, es un chico nada más, es guapo y muy sexy, sí, pero es un chico, no es que me gusten, ¿o si?
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-me llamó?- digo entrando a la clase de lengua después de que todos salieran
-sí, toma asiento- me dice tranquilamente
Le hago caso sintiendo como mi corazón late a mil por hora, mientras lo observo, tenerlo tan cerca hace que mi corazón y mis nervios se alboroten, especialmente cuando nos miramos a los ojos.
-bien silver, he revisado las notas y me he dado cuenta que durante estos tres meses que he estado aquí tus notas en mi clase han bajado, y quiero saber la razón- entrelaza sus dedos y me sigue mirando a los ojos
Abro la boca buscando decir algo, pero nada sale de mis labios, mi boca se reseca y comienza a faltarme el aliento. Solo guardo silencio.
El suspira y baja sus manos dejándolos en su escritorio, el contacto de miradas no se rompe.
-me lo imagine- susurra, pero logro escucharlo –mira silver, me he dado cuenta que te gusto- mi corazón se detiene en ese instante –y me alaga, enserio, pero no puedes estar distrayéndote, debes concentrarte si no quieres perder el curso y quedarte atrapado en esta clase- bajo las orejas mientras mi corazón se hace pedazos lentamente
Supongo que tiene novia, o le gustan las chicas, o ya está casado, tiene la edad para estarlo.
-sí, lo siento profesor- susurro juntando mis manos –si es todo, puedo retirarme?- trato de salir de allí antes que comience a llorar.
Estúpidos sentimientos, estúpido corazón, estúpido profesor que me dio ilusiones.
Él no me responde, solo escucho otro suspiro de su parte, veo por el rabillo de mi ojo cuando se levanta y se acerca a mí, su mano llega a mi mejilla y levanta mi cabeza para verlo.
En este instante sus labios se unen a los míos, el corazón se me detiene por segunda vez, mi sonrojo llega hasta mis orejas y me he quedado estático. Sus labios son muy sabes y carnosos.
Se aparta de mí y me ve a los ojos directamente con una sonrisa sexy.
-este será motivación, será tu premio si llegas a tener buenas calificaciones- susurra
Parpadeo un poco y asiento, aun en un leve shock por la sorpresa.
-es un trato?- vuelvo a asentir –bien, ahora ve, ya es tarde- se vuelve a sentar en su escritorio
Reacciono y asiento por tercera vez, tomo mi mochila y salgo de allí corriendo. No sé si estoy asustado, emocionado o excitado, solo sé, que necesito llegar a casa y encerrarme en mi habitación.
