En una casa alejada escondida entre el frondoso bosque, viven dos de los seres muy temidos por el mundo, capases de traer desolación y muerte si ese fuera su deseo.
¿Sus nombres? Mephiles the dark y Shadow the hedgehog.
Estos dos seres trabajan para una organización, conocida mundialmente como el GUN, la encargada en mantener la paz en todo el planeta. Ellos pertenecen a la elite de esta organización, siendo mandados a misiones de alto riesgo por sus capacidades extraordinarias y su personalidad inmutable que los hacen perfectos para este tipo de casos.
-aquí están- el erizo de ojos rojos tira a varios sujetos al suelo amarrados y muy golpeados –tenían varias bombas y un mapa de la ciudad con lugares marcados para el golpe, los rehenes ya se encuentran a salvo-
-bien hecho shadow, mephiles, como siempre- dice el general
-fue sencillo- el de ojos serpientes acaricia su hombro un poco dándole mínima importancia a lo que el de mayor rango pronuncie –bien, me voy- se gira saliendo de la oficina
-hasta mañana- es lo último que dice el general
El de ojos rojos sigue al de mirada verde llegando a su lado. Mientras avanzan todos se apartan o simplemente cambian de dirección bajando la mirada sintiéndose totalmente intimidados.
La mirada gélida de ambos congela a cualquiera.
Salen de las instalaciones en silencio, shadow toma su motocicleta y mephiles simplemente desaparece en las sombras, pero ambos llegan al mismo punto, a la casa en el bosque, donde la calma reina.
Ya adentro mephiles se sienta en el sillón comenzando a quitarse las balas que su cuerpo recibió en el ataque, dejando estas con muchas más que ha sacado antes en un recipiente grande.
Por su parte shadow pasa a la cocina y prepara dos tazas de café para ambos y se sienta junto a mephiles dejando estas sobre la pequeña mesa del centro.
Todo el lugar se llena de un profundo silencio, exceptuando el de los arboles al danzar con el viento.
Pero eso dura poco tiempo.
-shady- susurra mephiles
Su actitud cambia totalmente y termina recostándose sobre el regazo de shadow como si fuera un gatito buscando atención, acaricia su rostro contra el pecho y abdomen con el mismo fin.
-eres un tonto- susurra shadow poniendo en blanco sus ojos un momento soltando una leve y relajada risa.
Pasa la mano por sus púas y llega a sus orejas acariciando estas suavemente haciendo sonreír al demonio, una sonrisa tierna por el pequeño gesto.
Así es, detrás de esa enorme e impenetrable actitud de hielo que ambos poseen se oculta dos dulces erizos que tiempo atrás se enamoraron, de una forma extraña, pero lograron conquistar el corazón del otro. Era el motivo por lo que vivían y trabajan juntos.
Pero esto solo lo demostraban en la soledad de ese lugar, siendo testigos solamente las paredes de lo que sus corazones guardaban.
El erizo de mirada verde se da la vuelta y queda boca arriba siendo mimado, por el contrario. No tienen que decir nada, y tampoco quieren romper el momento.
Después de un rato mephiles se aparta dejando confundido a shadow.
-que haces?- pregunta al ver como este le tomaba las piernas y hacia que se recostara totalmente sobre el sofá
-nada importante- responde y se sube sobre él acariciando su cara sobre la pelusa de shadow e imitar el ronroneo de un minino cuando está totalmente cómodo, sacándole una risa a quien servía de cama ahora.
-eres extraño- pasa a acariciar de nuevo sus orejas
-lo sé, pero así me quieres, no?- suelta una ligera risa
-sí- es lo único que responde
-y pensar que quería asesinarte- susurra cerrando los ojos
-sí, lo recuerdo, pero todo cambió con ese accidente-
-estábamos tan débiles después de esa pelea que la caída terminó de acabarnos-
Ese día, ambos estaban en una gran batalla a muerte, donde el ultimo que quedara en píe ganaría, pero la lluvia los interrumpió, haciendo que la tierra donde estaban fuera demasiado lisa, y entre los golpes no se dieron cuenta de lo inestable que se encontraba el lugar, haciendo que ambos cayeran por el risco, obviamente no los mató, pero estaban muy débiles para continuar y necesitaban resguardarse. Así que ambos se ayudaron para llegar a una pequeña cueva donde pasar la tormenta, conviviendo juntos.
-si no fuera por eso te hubiera acabado mephy-
-yo lo hubiera hecho-
-ja, no tienes la fuerza para acabarme- lo reta
-así, eso lo veremos- mephiles se aparta de shadow un poco quedando sentado sobre su pelvis dejándolo confundido.
El ojiverde alza un poco las manos y saca sus tentáculos, atrapando al ojirubí con estas dejándolo inmóvil
-que haces?- trata de soltarse de estas pero es sujetado fuertemente
-ya verás- dice de forma juguetona
Acerca sus manos a sus costados para mover rápidamente sus dedos, haciendo que su prisionero comience a retorcerse riendo a grandes carcajadas llenando el lugar de ese sonido.
-no- trata de soltarse mientras no para de reír –deja jajaja me ya jajaja mephiles!!- comienza a llorar de risa
Mephiles se detiene riendo también –ves, puedo derrotarte con solo mis dedos-
-tramposo- recupera el aliento –eso no se vale-
-para mí sí- lo suelta
-ho ya verás- gruñe, pero con un tono juguetón
Mephiles se da cuenta de sus intenciones y comienza a correr por la casa siendo seguido rápidamente por shadow, causando un gran desastre por todo el lugar. Como dos niños pequeños jugando a las atrapadas.
Para muchos un tanto tonto, para otros una dulce y tierna escena donde dos enamorados juegan entre ellos. Para ellos, un juego que nadie mirará porque de hacerlo no respiraría nuevamente.
-jaja, no shadow, espera-
-ha no, no te escaparas de tu castigo- se lanza y lo atrapa haciendo que caiga sobre la alfombra quedando sobre el
Lo aprisiona tomando sus muñecas sobre su cabeza. Ambos respiran un poco agitados, pero no por la carrera si no por las risas que no paraban mientras se correteaban.
-nadie derrota a shadow the hedgehog sin su revancha- dice para comenzar a hacerle cosquillas también
-no jajajajaja shadow! jajajaja- trata de detener la tortura, pero el de ojos rojos no se lo deja tan fácil. –basta jaja me rindo, me rindo- shadow se detiene y se levanta extendiendo la mano para que se levante
Mephiles se lo acepta y se levanta calmando su respiración.
-y yo que pensé que eras todo un gruñón-
-y yo pensé que eras un asesino despiadado, pero aquí estamos- la sombra de una pequeña sonrisa aparece y lo jala hacia él tomando su cintura y besando el área donde debería estar sus labios y se separa –iré a hacer la cena- informa sonriendo al ver el gran sonrojo que dejó en su contrario por el beso sorpresa