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No podía hablar, mí respiración era agitada. Estaba tan sorprendida por la decisión que había tomado mí padre de entregarme a alguien que no conozco.

- Se volvieron locos!!- solté de repente.

- Hara!!! No nos faltes el respeto.- dijo mí padre mientras se paraba de su asiento.

- Desde cuando puedes tomar desiciones así por mí!!!- dije mientras me ponía de pie.

- No me faltes el respeto - dijo y me encajo una cachetada

Primera vez que mí padre me pegaba. Había volteado a verlo sorprendida y con lágrimas en los ojos por el coraje. El señor Park y jimin nos miraban sorprendidos pero no decían nada al respecto.

- No creo que está sea la mejor forma de solucionar los problemas - dijo el señor Park como consejo.

- Saben algo.. me largo de esta casa - dije y me dirigí a la salida de mí casa.

- Hija!!! - me llamó mí padre - no lo quise hacer.

- Pero igual lo hiciste - fue lo último que dije antes de salir de mí casa.

Con Jimin:

La situación era tan incómoda, Hara se había ido de la casa y su padre estaba sorprendido y triste por lo que pasó, en cambio, yo no sabía que hacer.

- Hijo ve a buscarla y fíjate que ella no haga nada malo - me dijo mí padre.

- Está bien - dije y me comencé a dirigirme a la escalera para ir por un abrigo para mí y para Hara.

Agarré lo que sería necesario en esos momentos y me dirigí a la salida, antes de irme le dije al padre de ella unas simples palabras.

- La encontrare señor y la traeré sana y salva - dije y salí en busca de ella.

Hacía tanto frío afuera y lo pero de todo es que ella había salido sin abrigo, seguro se terminaría enfermando. Buscaba por muchas partes de la ciudad, no podría haber ido tan lejos. Busque por un callejón pero ella no se encontraba allí, decidí buscar por una plaza que se encontraba muy cerca de su casa.

Al llegar a la plaza pude notar una chica que se estaba amacando en unos columpios, se abrazaba a ella misma para no sentir el frío que hacía en la ciudad, su cabeza estaba agachada y su pelo estaba muy cerca de su rostro. Me acerqué hacia ella y aunque ella noto mí presencia, no levantó su vista para verme. Delicadamente le puse un abrigo que había encontrado en su habitación y ella volteo a verme.

Con Hara:

- Que haces aquí?- dije mientras limpiaba mis lágrimas

- Te vine a buscar - dijo mientras se sentaba en el columpio de alado.

- No es necesario, puedo volver yo sola a mí casa

- Menos mal, porque no conozco el camino de vuelta, así que me voy a tener que quedar a hacerte compañía. - dijo el mientras sonreía.

- No te preocupes, solo... Ahora no quiero volver a mí casa - dije mientras me seguía abrazando a mí misma.

- Es la primera vez que pasa eso?- pregunto el mientras miraba sus pies con atención

- La verdad que sí - dije mientras recordaba el golpe en mí mejilla izquierda

- No lo abra querido hacer

- No es necesario que intentes consolarme. - dije

- Solo quiero hablar

- No es necesario hacerlo.

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