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- Al fin llegan - dijo mí padre mientras se acercaba a nosotros y se fijaba si no nos había pasado nada.

- Estamos bien - dije mientras suspiraba.

- Gracias Jimin - dijo mí padre mientras le regalaba una sonrisa.

- No es nada señor. Tengo que cuidar de ella también - dijo el con una sonrisa.

- Quieren cenar algo?- pregunto el señor Park.

- Vayamos a un restaurante y cenamos allá - aporto mí padre

- Está bien - dijimos todos a la vez.

- Váyanse a cambiarse y después nos vamos - dijo mí padre.

Nos dirigimos cada uno a su habitación. Yo entre a la mía y me coloque algo abrigado pero lindo a la vez. Salí de mí habitación y me encontré a Jimin también saliendo de la suya. Se veía hermoso con esa ropa y más con esa sonrisa, pero no lo iba a admitir en voz alta nunca.

- Estás lista?- pregunto el

- No es obvio?- dije mientras me señalaba

- Está bien - dijo un poco enojado.

- Mejor bajemos

Bajamos y nuestros padres nos estaban esperando afuera.  Nos dirigimos al auto después de cerrar toda la casa obviamente. Subimos a este y nuestros padres comenzaron a contar cosas de su vida y como les había ido en todos esos años que los se habían visto. 

- Llegamos - dijo mí padre mientras apagaba el motor de él auto.

Bajamos de el auto y pude notar que era el restaurante más caro de toda la ciudad. Entramos a el restaurante y notamos como nos señalaban una mesa, nos acercamos a esta y jimin y yo nos estábamos por sentar pero nos detuvieron nuestros padres.

- Que sucede?- Pregunto Jimin

- Ustedes tienen una mesa reservada en ese lugar - nos señaló el señor Park un rincón alado de una ventana en donde podíamos ver la lluvia tranquilamente. 

- Es enserio?- dijimos los dos a la vez mientras nos quejabamos de lo que ellos están haciendo con nosotros.

- Chicos no hagan escándalo en este lugar y sean buenos chicos y Váyanse a sentarse en ese lugar - dijo mí padre.

- Pero...- me queje

- Hara...- me dijo mí padre - por favor hija.

- Aprovechen para conocerse - aporto el señor Park a la situación.

- Está bien - dijimos sin ganas y nos dirigimos a la mesa donde habían reservado nuestros padres

- Se van a llevar bien alguna vez - dijo mí padre

- Eso es seguro - dijo el padre de Jimin

Jimin y yo nos sentamos en esas mesas que nos habían indicado nuestros padres. Los segundos parecían horas, sentía que esto no se acabaría más. Solo quería despertar y decir que todo esto es una pesadilla y seguir teniendo una vida normal y aburrida como lo fue siempre.

- Esto es incómodo - dijo el

- Me da igual - dije sin ganas mientras miraba el menú de ese restaurante

- Por qué me tratas así?- dijo un poco triste.

- Jimin, Lo que pasó en la plaza no quiere decir que vamos a ser felices como los cuentos de hadas y que yo te voy a amar sin razón alguna

- Tampoco dije que quisiera que me amarás Hara - dijo el muy serio mientras me miraba - en esta relación está prohibido amar y espero que te quede claro eso

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