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Despertarte y darte cuenta que estás sola en tu casa sin nada de compañía a es lo mejor del mundo. Pero este no era mí caso, a Jimin le habían dado algunos días libres, mejor dicho una semana, para poder irnos de visita a los de sus padres y que descansaremos de todo el despiole que había ocurrido estos últimos días.

— ¿Te falta mucho?— le pregunté

Estábamos empacando algunas cosas pero el tardaba. Somos completamente diferentes, se supone que yo tendría que ser la que tarda en arreglarse y guardar las cosas pero él es el que tarda.

— Ya casi termino — dijo sin mirarme — ve y guarda tu valija adentro del auto.

Tranquilo, no vayas a decir que vas a bajar mí valija al segundo piso y la vas a guardar en el auto como un buen esposo o caballero. No le dije nada para no terminar peleando y baje a duras penas las escalares con la valija, total no llevaba tanto porque iríamos una semana.

Guarde mí valija en el auto y espere a que llegara el niño así nos iríamos de viaje, tendríamos unas horas hasta llegar a Busan. Cuando él apareció guardó su valija y emprendimos viaje.

Llevaríamos media hora en pleno silencio escuchando la música que pasaba por la radio pero Jimin tubo la magnífica idea de hablar.

—¿Estás nerviosa por conocer a mí madre?— me preguntó.

Diablos, lo había olvidado por completo. No conocía a mí suegra ni a mí cuñado, solo a mí suegro por el simple hecho de que me obligó junto con mí papá a casarme con su hijo.

— Si estás nerviosa — soltó una risa que me dio escalofríos.

— Solo un poco, no había pensado en que todavía no conozco a tu madre en persona y ahora que me doy cuenta ni en foto la conozco.

— Mí madre es malísima, soy su hijo consentido y siempre me dijo que cuando le presentará a mí esposa la trataría mal porque soy su bebé.

—¿En serio?— pregunté con algo de temor en mí voz.

— Si, yo que vos voy preparando la tumba — ríe.

— Cállate — le pegue en el brazo pero no fue fuerte ya que este iba manejando y no quería morir antes de comprobar que mí suegra era mala conmigo.

— Mejor duerme en el viaje — me voltea a ver un segundo y después vuelve su vista a la carretera.

Podría hacerlo, no había dormido bien en la noche de solo pensar que tendría que pasar más tiempo con él toda esta semana.

Puso el pendrive y comenzó a pasar musica de su grupo, era demasiado linda la letra y aunque no lo quiera admitir en voz alta él tiene una voz hermosa, aunque eso es muy obvio porque sino no sería cantante.

Habría pasado una hora imedia desde que me dormí pero me desperté porque habíamos parado en una estación de servicio a comer algo y a cargar el auto ya que nos estábamos quedando sin gasolina y el viaje era largo.

—¿Quieres comer algo?— me preguntó.

Me señale a mí, osea no podía creer que el me estuviera preguntando eso

— ¿Si quiero comer algo lo vas a pagar vos o lo voy a tener que pagar yo?— se que sonará infantil pero siempre termino pagando todo yo.

— Está vez invito yo — me regala una sonrisa.

— Mira que me gusta comer mucho — sonreí también.

— Lo sé, por esa razón está vez invito yo de tantas veces que invitaste vos.

— Correción, tu siempre te invitas y tengo que pagar la comida aunque yo no quiera — dije

— No arruinemos el buen momento y mejor pide algo de comer — dijo

Estábamos en frente de la chica a la cual le pediríamos algo para comer. Yo pedí una simple hamburguesa con unas papas y una gaseosa, típica comida que uno come cuando está de viaje. Note como la chica de la caja le comenzaba a coquetear a Jimin, lo que faltaba, seguro está niña se olvida de mí comida y el mujeriego este le seguirá el juego. Quiero mí comida.

— ¿Podrías dejar de hablarle así?— me atreví a preguntarle a la cajera.

— ¿Así como?— me preguntó confundida.

— De esa formita coqueta. Él está conmigo en estos momentos ¿Y ves esto?— le mostré el anillo que llevaba en mí dedo — si cariño, así que por favor respeta lo que es de otros.

Jimin sólo soltó una risita, lo siento bebé pero te arruine la conquista de la estación de servicio. Nos dio la comida y a Jimin se lo dio con un papelito, seguro me dio su número la ridícula.

—¿Podemos comer en el auto?— pregunté mientras salía afuera de ese lugar.

— Claro — me siguió.

Nos adentramos al auto y comenzamos a comer nuestra comida, pero vi el papel que tenía en la mano Jimin. Se lo quite de la mano para ver lo que le había puesto esa niña en el papelito.

"Si en algún momento te llegas a aburrir de tu esposita recorda que acá estoy yo.

   Att: la chica de la estación de.  servicio"

Y abajo estaba su número, que niña tan rara como si él fuera a hacer un viaje de dos horas solo para verla a ella.

— Pareces celosa — me dijo

— No lo estoy, solo no me gusta que porque seas lindo y un famoso te den siempre el número. Todo el mundo sabe quién eres y que estás casado y sino sabía le mostré el anillo pero igual siguió coqueteando. — rodee mis ojos.

— Tranquila, por ahora no quiero a ninguna chica atrás mío — me dice mientras terminaba de comer.

— Me daría igual — terminaba mí comida.

Tiramos las bolsas dónde venía envuelta la comida y emprendimos viaje hasta Busan. Por dios, iba a conocer a mí suegra. Estaba tan pero tan nerviosa como no tienen idea.

¿Que pasa si le caigo mal?¿Y si piensa que me quiero robar al hijo? O peor aún, ¿Y si no me deja a entrar en su casa?

Tuve todas esas dudas hasta que llegamos hasta la puerta de su casa. Estaba temblando de los nervios, seguro debe ser una enojona porque el hijo de vive quejando por todo y a alguien debió haberlo sacado.

Jimin golpeó la puerta de la casa y me miró.

— Recorda lo que te dije de mí mamá — me guiño un ojo y como una infantil me escondí un poco atrás suyo.

— ¡Hijo!— dijo su madre mientras abría la puerta y abrazaba a Jimin.

Ay que nervios...






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Después de que publique el próximo capítulo quiero comenzar a escribir la verdadera trama de esta historia ya que me centro en los detalles pero no en el punto principal de está.

Espero que estén listas para la trama 7w7.

Cuídense y nos leemos prontito.

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