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—¿Que haces?— pregunté a los gritos mientras me separaba de el e intentaba cubrirme más con la toalla. El me miraba de pies a cabeza mientras su respiración era pesada a causa del susto.

— Que haces tu es la pregunta — dijo el.

— Yo solo salí de bañarme y tu estabas así — señale todo su torso desnudo.

— Deja de mirarme — puso sus manos en su pecho y abdomen

— Yo no te estoy mirando — dije mientras desviaba mí mirada hacia el costado.

— Me estabas viendo todo — se quejó.

— Yo? Tu eres el que me miraba porque estoy en toalla — dije e intenté cubrirme más con la toalla pero al hacerlo hice que se me notarán más las curvas de mí cuerpo, eso hizo que el solo me mirara más de lo normal.

— Pu-puedes cambiarte?— dijo mientras desviaba su mirada al costado y ahí me di cuenta lo que yo estaba provocando en el.

— Métete a bañar y yo buscaré mí ropa —  nerviosa e incómoda era como yo me sentía en estos momentos. 

— Claro — dijo.

No sé porque pasa esto pero es como que en el momento en que uno quiere estar más lejos del otro al final te terminas acercando más. Jimin fue a pasar por alado mío y al hacerlo quedó muy cerca mío, casi rozando y eso que había más espacio en la habitación. Se alejo más y después entro a bañarse.

Solté un suspiro de paz después de esos pocos minutos que parecieron horas. 

Fui a buscarme algo cómodo para ponerme lo cual fue un jean Blancos con una camisa celeste que tenía bolado sobre los pechos y unas sandalias plateadas de taco aguja.

Me senté en la cama con una pierna arriba de la otra a esperar a Park por si quería que saliéramos a algún lado. Después de todo yo no conozco nada de este lugar.

Park salió de la ducha unos cinco minutos después, tenía una toalla al rededor de su cintura,  su pelo negro el cual estaba mojado estaba sobre su frente y lo hacía ver demasiado bien para mí gusto.

— Te olvidaste la ropa?— pregunté.

— Acaso no se nota?— pregunto el sarcástico mientras abría el placar para sacar ropa para ponerse.

— Imbécil — susurré.

— A donde vas tan arreglada?— volteo a verme

— Sobre eso — me puse de pie quedando frente a el — podemos salir?

— Para que quieres salir?— frunció el ceño

— Quiero conocer — levanté mis hombros.

— No quiero salir — dijo el mientras agarraba más ropa

— Vamos — lo tome por los hombros y lo sacudí un poco para que me hiciera caso, esto lo dejo muy confundido.

— Que haces?— pregunto el confundido.

— Solo quiero salir — me queje

— Quítate — me sacó mis manos de sus hombros.

— Por favor — hice un puchero.

— Que ganó yo si te salimos?— me miró serio

— Un helado?— pregunté.

— Dos — dijo el

— Te doy un pedazo del mío si es que quieres — dije

— Entonces tu pagas la cena también

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