Capítulo 3.

257 22 17
                                        

El día había aparecido a través de la ventana, iluminando todo a su alrededor.

Las velas se habían derretido.

Los corazones aun latían con fuerza.

Las mantas estaban envueltas en sus cuerpos, que aún seguían durmiendo con toda la tranquilidad del mundo, sintiendo cada pequeño movimiento antes de despertarse completamente.

El castaño sentía el agarre en su cintura. La cálida palma de Seung se movía de arriba abajo, dándole a entender que ya estaba despierto. Al levantar la mirada sus ojos se toparon y aunque Seung creyera que Jiyong era extrovertido y sabia más cosas que él, pero ante aquel primer encuentro, no dudó en apartar la mirada casi al instante.

-¿Qué pasa?-

-Mmm no nada...-

-Te Amo... Eres lo mejor que le ha pasado a mi vida Jiyongie-

Un gran sentimiento subió por la garganta de Jiyong y volvió a bajar hacia su estómago haciéndolo casi retorcerse.

-Y-Yo... anoche fue... genial-

Estaba mintiendo si dijera que fue lo mejor del mundo porque el dolor en su parte baja estaba punzándolo en cantidad, pero ese dolor valía la pena en todo el sentido de la palabra porque su Seunghyun era el hombre que amaba y por el que entregaría todo. La sonrisa con la que le miraba y el suave tacto de sus pieles al rozarse le tranquilizaba.

-Yo no tengo palabras para explicarte lo que significó para mi y el hecho de que hayamos compartido algo tan especial me hace amarte más-

-Me sonrojas Hyung- ocultó su rostro en el pecho de Seung -Eres tan lindo que jamás te dejaré ir-

-Mas te vale que no lo hagas porque yo tampoco me iré tan fácilmente-

-¿Quieres desayunar algo?-

-Lo que sea estará bien para mí-

Jiyong fue el primero en levantarse, con toda la vergüenza del mundo, pero trató de mentalizarse en que la noche anterior habían estado tan desnudos que ahora era inútil sentirse cohibido, aunque eso no evitaba que el sentimiento estuviera ahí.

Seung le recorrió el cuerpo entero con una sonrisa cálida, no estaba llena de malos pensamientos, cosa que reconfortó a Jiyong porque su rostro estaba a punto de estallar, este le extendió la mano y ahora los dos se encontraban mirándose bajo la claridad de la mañana. "Nada era mejor que poder tener una visión clara de lo que era tuyo", pensó Jiyong con una ligera sonrisa.

-Entonces... ¿no vamos a vestirnos?-

-Emm.. s-si- dijo, tratando de buscar su ropa en el piso

-No quita el hecho de que te ves tan jodidamente ardiente, pero tenemos que irnos o en cualquier momento vendrá Wook- dejó que su mano le recorriera el pecho estremeciendo al pelinegro en el acto -Y no quiero que arruine nuestro momento-

-A mí tampoco me gustaría-

Ambos salieron a desayunar en un lugar cercano sin dejar de sonreír, compartir miradas tiernas y declararse cuanto se amaban a cada instante. Jiyong se moría por caminar tomados de la mano o poder robarle un beso cuando se le antojara, pero la maldita sociedad seguía siendo un problema para él. No veía la hora en poder ser mayor y mandar todo al carajo, quería hacer lo que quisiera sin tener nada en que preocuparse.

.

.

.

-Noona... de casualidad no tendrás libre tu cuarto esta noche?-

Re:WriteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora