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Capítulo 1.

-Pasado-

Quien pensaría que una pequeña cosa cambiaría tanto la vida de una persona, bueno no solo de una porque el hecho de involucrar a mas iba a crear mas responsabilidades. Esto era lo que menos pensaba Seunghyun cuando vio por primera vez a Jiyong caminando por el pasillo de la universidad. Tan lindo, sexy y con aquel sensual trasero que contoneaba cada vez que tenía alguna hora libre y él estaba por los alrededores para poder apreciarlo.

Seunghyun simplemente vivía fantaseando con el chico todo el tiempo, pero no se animaba a hablarle y que hubieran un malentendido por el hecho de su preferencia, inclusive sus amigos le decían que Jiyong le iba a corresponder si se atrevía a dar el primer paso, pero él aun no estaba seguro de ello, por lo que decidió esperar un poco mas y talvez preparar algo. Era un poco cursi así que su instinto le decía que un detalle haría la diferencia.

—¿Estás seguro?—

—Mas que nunca—

—Es poco vergonzoso Seung—

—Pero le demostraré que me gusta, ¿está mal?—

—Es que una cena romántica es para las chicas, ¿no crees que se pueda ofender?—

—Una cena funciona para cualquier ocasión y veras que si acepta—

Seunghyun salió a preparar todo, lo haría a su estilo. Al ser un simple estudiante no tenía mucho dinero para un restaurante costoso por lo que se encargó de buscar un lugar alejado y llevar unas cuantas cosas para decorar mientras le rezaba al cielo que no lo fueran a rechazar. Sería terrible para él que la persona por la cual llevaba fantaseando por mas de un año le dijera que no. Su corazón se estrujó con fuerza ante el pensamiento.

Antes de salir se miró al espejo, acomodando su oscura cabellera para verse lo mas elegante posible y que Jiyong le dijera que sí.

Llegó hasta el lugar y encendió las velas en el césped, esperando de pie a la tan esperada llegada. Sus manos sudaban a todo lo que daba y su corazón palpitaba tan rápido que ya no sabía si iba a darle un infarto o este saldría corriendo de su pecho y empezaría un maratón por todo el campus. Era tan irreal que por fin se hubiera armado de valor para revelar sus sentimientos después de tantos intentos fallidos que había tenido en el pasado, desde pequeñas cartas, dulces y lo último, enviar a alguien a preguntar si Jiyong tenía algún pretendiente. Obteniendo un no como respuesta, eso le devolvió el aire a sus pulmones, pero no por mucho ya que, se rumoreaba que Jiyong no andaba con ninguna persona que fuera de la misma universidad y que no estaba interesado en nadie, por lo que por un tiempo llegó a pensar que ni siquiera voltearía a ver su escuálida figura sin gracia.

Había tenido algunos problemas tratando de encontrar un tono que se amoldara a su estatura y gracias a practicar deporte con sus amigos, su cuerpo se había adaptado haciéndolo lucir un poco mas tonificado que cuando había llegado a la universidad unos dos años atrás.

Tomó una gran bocanada de aire cuando escuchó unas voces acercándose a lo lejos, pudo ver a su amiga Bom caminando con Jiyong, esta sonrió y dio media vuelta dejándolos completamente solos.

Jiyong se quedó inmóvil ante la escena que tenía en frente, una manta extendida sobre el césped a la luz de las velas junto a una pequeña canasta de comida. Seunghyun lo miró por unos minutos y con nervios se acercó saludándolo cálidamente.

—Hola Jiyong, ¿cómo estás? Se que talvez no es una invitación formal como te mereces, pero no pude encontrar el momento adecuado para invitarte a cenar... E-E-Es que... tenía miedo de que no me s-s-salieran las palabras frente a t-t-todos e hiciera el ridículo— Jiyong lo miró en silencio dejando que el hombre pudiera hablar —Eres muy lindo y quería conocerte desde hace mucho tiempo, espero que puedas aceptar mi pequeña invitación—