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Capítulo 9.

Casi dos meses para ser exactos y Jiyong aun no encontraba el momento para contarle la noticia a su hijo, Seunghyun se había ofrecido, pero quería que aquello fuera entre los dos, algo que pudieran atesorar juntos.

—Tienes que entender que Mino no es tonto y...—

—Si, si, si... y que estará pensando alguna tontería— bufó sacando una camisa blanca del closet —¿Podrías dejar de ser tan intenso?—

—Estás insoportable Ji y eso que apenas con las 7 de la mañana—

—Es que te pones como mi madre y ya suficiente tengo con sus llamadas cada 5 minutos— habían compartido la noticia con ellos y claramente estaban tan emocionados que no dejaban de felicitarlos —Ayúdame a escoger una corbata Hyung— ahí estaba de nuevo

—Deberías usar esta— le pasó una de color gris con pequeños rombos en un tono más oscuro —Así me recordaras todo el día— le abrazó desde atrás

—Es perfecta— recostó su cabeza el pecho de su esposo —Yo...—

Antes de que pudiera decir algo Jiyong se apartó a toda velocidad para correr al baño a vomitar, aquellas molestias por la mañana eran lo que más odiaba y se ponía de un mal humor por lo que Seung terminó de vestirse para salir cuanto antes o simplemente iba a pagar los platos rotos. Jiyong estaba tan hormonal que no sabía si lo hacía para molestarlo o de verdad iba en serio con las cosas que decía. Había consultado a su mamá si era normal porque con Mino el proceso sucedió un poco diferente, pero ella le aseguró que no tenía nada de qué preocuparse más que de consentir a su pequeño rubio.

—Ji... ¿quieres que te lleve o irás en tu auto?—

—Espérame... no tengo ánimos de conducir— gritó mientras corría con el sacó colgando de su mano —Dios, no sé cómo haré en el trabajo—

—¿Aun no has hablado con tu jefe?—

—No, pero creo que tengo que hacerlo hoy mismo porque no puedo fingir que me siento genial cuando estoy por morirme abrazado al sanitario—

—Si necesitas algo llámame y yo iré por ti— besó su frente mientras entraban al elevador

—¿No tienes problemas por salir tanto?—

—Algo, pero Chaerin es bastante flexible y cuando le conté que iba a ser padre entonces entiende que me necesitas a tu lado—

—¿Y porque no me habías dicho nada traidor?— lo codeó desbalanceándolo un poco

—Jajajaja. Ella me atrapó un día que iba saliendo al parqueo y tuve que decirle o iba a suspenderme—

—Debiste decírmelo Hyung—

—No te preocupes puedo con ello. Lo único que me importa es que tanto tu como el bebé estén bien— Seung pudo ver una pequeña lágrima caer por la tersa mejilla del rubio —Ven aquí tontito... No te alteres o vas arruinar tu atuendo—

—Es que Te Amo tanto Seung... Y estoy tan feliz que aun sigas a mi cuando me comporto como una maldita perra. Gracias—

—No tienes que agradecerme cariño, haría lo que sea por ver una sonrisa en tu rostro y no dudaría en conseguirte el mundo si lo quisieras—

—Eres mi todo... No sabes lo feliz que siento al recordar lo que hemos pasado en tantos años y sigamos tan enamorados como la primera vez, pensé que solo sucedía en los cuentos, pero quien dijo que no podíamos escribir el nuestro—

—Es porque atrapaste a sensacional hombre atractivo en tus redes antes de que alguien más lo hiciera—

—Tampoco te crezcas tanto jajajaja, no eres tan atractivo—