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Capítulo 14.

La pareja había estado inseparable los últimos días, tanto que empezaba a ganarse unas cuantas burlas de sus amigos, diciéndoles que parecían unos adolescentes hormonales que andaban pegados como chicle.

Jiyong simplemente estaba embobado mirando a Seunghyun todo el tiempo, y el otro hacia lo mismo por lo que era muy fácil saber que ambos estaban pensando y la única manera en que se resolvía era en una buena jornada encerrados en su habitación por horas. Jiyong juraba que si llegaba a descuidarse pronto tendrían otro pequeño bebé causándoles problemas.

—Te Amo Yongie— estrechaba a menor entre sus brazos

—Y yo a ti cariño—

Aún seguían acurrucados bajo aquella suave sabana, la cual había sido testigo de su amor unos minutos atrás. Los sentimientos estaban ahí en todo momento y ellos se dejaban envolver porque como no caer ante el amor de tu vida, dejarte ahogar hasta que el corazón pidiera por aire, lo cual nunca sucedería y Jiyong estaba tan seguro escuchando como la respiración acelerada de su esposo retumbaba contra sus oídos. Era muy lindo escucharle porque Seunghyun seguía portándose así de tierno después de años juntos y era lo que le enamoraba. Siempre era como la primera vez y no se cansaría de ello.

—¿Quieres tomar una ducha?—

—Claro—

Ahí estaban los dos bajo el agua caliente, el invierno estaba cerca y que mejor que compartir calor corporal, pensó Seunghyun en medio de una pequeña risa traviesa siendo golpeado en el pecho por Jiyong. La felicidad no continuó por mucho tiempo y ellos estaban casi conectados porque hablaron al mismo tiempo.

—Yo...—

—Yo...—

—Jajaja habla tu— Jiyong le acomodó el cabello

—He estado hablando con Nawa y me recomendó a uno de sus amigos en la comisaría que puede ayudarnos con los niños. No hará muchas preguntas y se dedicará a buscarlos—

—Eso suena genial, vamos ahora mismo— se giró pasando un poco de jabón por la espalda del más alto —Así ahorramos tiempo de explicar todo—

—Es lo mismo que pensé, aunque debe reportar el caso, pero al menos es algo—

—Es grandioso, me muero por tener a los chicos aquí. No sabes cuando vi la foto de ellos juntos, sonriendo. Sentí como si mi alma volviera al cuerpo, es que...— había vuelto a quebrarse y los brazos que tanto amaba lo acunaron al instante

—Los traeremos cariño—

.

.

.

—Ya estás listo—

—Si Tío... ¿De verdad vamos a ir?—

—Yo te lo prometí. Además, ahí nadie podrá encontrarnos, aunque lo intenten—

—Eso suena genial—

—Además, Jiyong me escribió hace unos momentos diciéndome que irían a la comisaria—

—¿QUÉ? ESO ES TERRIBLE—

—Dios, cállate o Youngbae nos escuchará. No lo hará, lo convencí de que en la tarde me darían información de ustedes—

—Necesitamos irnos cuanto antes Tío. ¿Ya conseguiste donde quedarnos?—

—Si, Youngbae se quedará con ustedes—

—¿En Estados Unidos?—

—Bueno, pues...—

—¿Ya están listos?— interrumpió mientras cargaba al bebé —Se nos hace tarde—