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Capítulo 15.

Todo era un silencio enorme, incluso el ruido de las personas a su alrededor había pasado a un plano donde no era audible para Jiyong, Seunghyun y Mino, era como si nadie más existiera en el universo. Seungri se había dedicado a observar porque no se atrevía a intervenir.

—P-Papá... Y-Yo...—

—No digas nada y tan solo abrázame por favor—

Su corazón retumbó al escucharle. Mino estaba seguro que su padre iba a reprenderlo frente a todos, quienes les daban miradas curiosas y entrometidas, pero nada de eso parecía importarle al rubio. Él estaba metido en su propio mundo de emociones a punto de explotar, estaba tan feliz que solo lloraba sin parar, aun cuando sintió la mano de Seung sobre su hombro tratando de calmarlo.

—Mino, ¿estás bien hijo?— la grave voz de Seung se coló entre ellos

—E-Estoy b-bien Papi—

—Ven aquí— acarició su cabello para envolverlo en otro abrazo liberándolo de Jiyong —No tienes idea de cuanto te extrañé mi niño— Seung besó su frente y Mino supo que su estúpida idea solo había servido para empeorar las cosas —No llores cariño. Ya estamos aquí—

—Y-Yo soy un i-idiota... S-Solo quise...—

—Luego tendremos tiempo para hablar, tranquilo—

Jiyong había cargado a Seungmi para darle espacio a Seunghyun de reencontrarse con Mino, pero no podía olvidarse de las otras dos personas dentro de la piscina que estaban a punto de fusionarse con el agua, intentando desaparecer.

Se giró hacia ellos para mirarlos fijamente sin ninguna expresión por lo que Youngbae no se quedó atrás y su filosa mirada encaró a Jiyong que lo hizo molestarse más.

—Por favor, tu ni siquiera lo intentes— se acercó para mostrarles un juego de llaves —Hemos reservado una de las habitaciones del lugar, ahí podremos hablar—

—Ji... Espera—

—Hablaremos en privado— cortó

Sin nada más que decir, la pareja se marchó a toda prisa junto a sus hijos. Mino al lado de Seunghyun y Seungmi pegado como un koala a Jiyong, dejando a Seungri con el corazón en la mano. ¿Qué diablos iba a suceder ahora?, pensó de un salto, saliendo de la piscina para tomar una toalla.

—Maldición, y tenía que encontrarme así. Soy un idiota—

—Relájate Ri, si hablas con él, lo entenderá. Tu solo ayudaste al chico—

—¿Que no lo entiendes? Jiyong va a matarme, esto se me fue de las manos—

—Es tu hermano Seungri, jamás haría algo así—

—Que no viste sus ojos? Jiyong tiene 2 cosas que son sagradas: Seunghyun y sus hijos. Te metes con alguno y adiós, chao, bye bye, sayonara, hasta la vista— sacudió su cabello como un loco hasta que Bae lo tomó de los hombros

—Cierra la boca y escúchame. Jiyong quiere que hablen, por lo que va a darte una oportunidad de explicarte. Además, no crees que es algo raro que llegaran hasta aquí como si nada—

—Es que...—

—Es que nada. Tu solo respira y explícale lo que sucedió— besó sus labios —Yo estaré aquí para ti— sonrió, haciendo que los ojos de Seungri brillaran —Aprovecha que estoy cursi—

—T-Te quiero— le dijo antes de abrazarlo —Gracias Bae, has abierto un mundo nuevo para mí—

—Tan solo deja de temer y atrévete a tomar mi mano—