Sexo

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Haces que sienta un nudo en la parte baja de mi estómago cuando hablamos.

Cada vez que te acercas mis piernas tiemblan y siento ese nudo que se convierte en un río desenfrenado de lujuria.

Ahora, mi deseo tan solo es volverte a tener entre mis piernas. Que me inundes con tu olor y tu masculinidad. Deseo volverte a tener  para mí, solo para mí, aunque sé que no me perteneces. Quiero que me hagas tuya, a cambio no pido nada, mi único deseo es que te undas en mi carne como si nunca lo hubieras hecho. Yo cumpliré todos tus deseos si atiendes mis caprichos, te pido eso, eso y nada más.

Quiero escucharte gemir mi nombre, sin importar si no piensas en mí, suple la necesidad de esta pobre ninfomana que ruega ante ti un poco de atención.

Ocurrencias de un adolescente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora