María se pasó toda la tarde limpiando el piso de su casa. Cuando llegara su marido el piso tenía que estar impecable.
Ernesto llegó nervioso a su casa. Ana, su amante, le había llamado para avisarle que ese día iría a su casa y le contaria todo a su esposa, María.
Él no estaba seguro de que lo hubiera cumplido, así que trago saliva y entro a su casa. Encontró a su esposa en la sala, se armó de valor y le pregunto:
-Amor, de casualidad...tú, eh... ¿recibiste alguna visita hoy?
La mujer dirigió su mirada al piso y vio un mancha de sangre que no había alcanzado a limpiar. Dio un paso a la izquierda y la cubrió con su pie.
-No, cariño... No vino nadie-
Dijo con un tono dulce y a la vez perturbador.
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Cuentos Para Monstruos
Mystery / ThrillerHistorias cortas que narran un suceso terrorífico que no te hubieras imaginado al principio.