Una Vela

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《¡Que le sople! ¡Que le sople!》

Gritaba un coro de voces, mientras que Esteban miraba la vela frente a el.

《¡Que le sople! ¡Que le sople!》insistían las voces, animandolo a apagar la vela, pero Esteban se limitaba a quedarse quieto y pensativo.

De pronto, una atractiva mujer de vestido negro apareció al lado de Esteban.

-tranquilo no les tienes que hacer caso. En realidad, son muy pocos los que se animan a pagar su propia vela- dijo la muerte, quien se mojó los dedos y aplastó la flama

En el hospital, se escuchó un pitido agudo de un monitor, proveniente de la habitación de Esteban

Cuentos Para MonstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora