La tienda de ropa

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Cuando comenzo a trabajar en la tienda de ropa, el dueño de la tienda le dijo que tuviese cuidado en la noche ya que se podía poner peligroso y que tuviera cuidado a la hora de cerrar la tienda.

Por eso, el no despegaba la vista de la puerta, con el teléfono en mano por si tenía que llamar a la policía.

Tan concentrado estaba en cuidar la entrada, no se percató en la persona que estaba detrás.

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