Quiero ya ser rey.

Prólogo → Los reyes de Konoha

"En lo más profundo de un bosque, en medio de grandes montañas rocosas, ya sé la Tierra Escondida de La Hoja, más conocida como Konoha. La nación más grande del país, gobernada por los reyes Uchiha. Viviendo en armonía todos eran felices pero muchos el poder querían...La ambición olvida raíces".

—¡No,no no! ¡No voy a escuchar! ¡Es aburrido! —gritó un pequeño niño de ocho años corriendo por las calles de la aldea. Era visto por los habitantes, quienes lo miraban con asombro y de igual forma ternura.

—¡Sasuke, ven en este mismo instante aquí! —gritó con enfado una mujer. El pequeño detuvo su carrera, volteando y tragando saliva.
El pequeño Sasuke sintió el verdadero terror. Su madre le daba miedo.

Caminó dando pasos pequeños, de vuelta hacia el lugar de donde había huido. Mientras regresaba miraba a su madre atentamente, con miedo a lo que fuera a hacerle. Sí lograba pasar por su lado y no sentía nada, estaría a salvo, de lo contrario. Estaría totalmente perdido.

Detuvo su caminar a unos metros de su madre.

—Sí voy, ¿No me vas a hacer nada? —preguntó, asegurándose de las intenciones de la mujer al responder.

—Claro que no, cariño. —sonrió. Sasuke dio un pequeño pasó hacía delante pero cuando sus ojos vieron las manos de la mujer se detuvo. Sí, ella iba a tirar de su pequeña orejita.

—No, ¡Yo por ahí no paso! —gritó retrocediendo. Todo esto porque no quería ir a clases, con la señorita Karin. En su defensa ella siempre se desviaba del tema.

Aunque en realidad lo que pasaba era que Sasuke a veces sentía que no sabía nada y cuando lo sabía, había otra cosa que aprender. Y eso no le servía, necesitaba tiempo, su pequeña mentecita con suerte recordaba el nombre de las comidas que le daban. Es más, con saber que tenían tomate le bastaba.

Los aldeanos pasaban caminando como normalmente lo harían, ignorando las quejas del pequeño príncipe.
Y posiblemente hubiesen estado así durante horas.

—Madre, yo le enseñaré a Sasuke durante un tiempo. ¿Quieres? —preguntó a su madre, pero miraba a su hermano. Quién, de pronto ya estaba a su lado.

La mujer suspiró, asistiendo. Era la mejor opción. Así no tendrían otra luchar por las calles de Konoha.

Cuando Itachi Uchiha, comenzó a explicarle la nueva materia a su hermano, este sonrió, porque al menos ciertas cosas importantes estaban quedando en su cabecita.

—Itachi. —llamó la atención el menor. — ¿Cómo sabes quién será tu reina y qué haces para que lo sea? —preguntó de pronto.

Su hermano lo miró un momento, cerrando el libro.

—Es algo que ocurre supongo. La ves y dices: es perfecta o es hermosa. Algo así, sientes mariposas en el estómago y esas cosas. Y supongo que se convierte en tu reina cuando logras conquistarla y ella siente lo mismo por ti. ¿Por qué?

—Quería saber, nii-san. -sonrió.

Próximamente.

Creo que tengo un grabe problema xd me gusta mucho hacer fanfics, pero me cuenta demasiado acabarlos. Porqueeeé.
Me preguntó si algún día público todo lo de borrador, cuál sería la excusa que daría para no actualizar algo x'd.