Capítulo veintinueve.

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No podía creer lo que Scarlett me estaba diciendo. Yoongi no pudo haber hecho una estupidez como esa.

—Sí, ya tenemos una parejita formada, ¿no son lindos? —me preguntó ella.

—Tengo que hablar con Yoongi, estoy completamente seguro de que tú me estas mintiendo.

—No, no te estoy mintiendo, ¿Por qué lo haría?

—Porque eres... una...

— ¿Una que tonto? Yo no soy nada, y si no me crees llámalo y verás que tengo razón.

— ¡Eso mismo haré!

— ¡Perfecto! ¡Adiós!

— ¡Adiós! ¡Y no llegues muy tarde! —le seguí gritando.

— ¡Está bien! ¡Cuídate! —utilizó el mismo tono que yo.

Colgó el teléfono y no pudo evitar reír. Scarlett siempre encontraba la forma de hacerme reír, hasta en el momento menos pensado.

Como dije que iba a hacerlo, llamé a Yoongi lo llené de preguntas. Al final, lo que mi loca prima dijo era verdad. Uno de mis mejores amigos estaba de novio.

¿Entienden eso? ¡DE NOVIO! Y es más, de novio con un angelito diabólico. Pobre de él, el mini infierno que lo espera.

Al día siguiente me levanté con tiempo de sobra para ducharme y desayunar. El maldito lunes ya había llegado, y con él un nuevo comienzo de semana.

Salí de mi departamento y me estaba por prender un cigarrillo. Pero me detuve al recordarla.

—No vuelvan a fumar sin antes haber desayunado...

Como si ella estuviera por ahí, guardé el cigarrillo en la caja y me subí a mi moto para llegar al purgatorio, o sea a la Universidad. Divisé a mis amigos y me acerqué a ellos.

— ¿Cómo están? —les pregunté.

—Mejor que tú —dijo Jimin.

— ¿Por qué? —dije sin entender.

—Por tu cara —me dijo Yoongi —Tienes cara de estar muy perturbado...

—No, estoy bien. No tengo nada —dije.

Aunque ellos tenían razón, ayer había estado demasiado preocupado y pensando demasiado en _______. Tal vez yo no me sentía tan así, pero mi rostro demostraba lo contrario.

Divisamos como dos chicas llegaban a las risas. Eran Karla y Scarlett. Los ojos de Yoongi se iluminaron y su cara de idiota apareció de inmediato.
La diminuta chica de anteojos y ojos verdes se sonrojo un poco al verlo.

¡Oh dios santo, esto era demasiado cursi!
Joe se acercó a ella y la besó cortamente en los labios.

—Buen día bonita —la saludó.

—Buenos días bonito —le dijo dulce.

— ¿Ya dejaron la cursilería? —les pregunté. Scarlett rió divertida.

—Te mata la envidia —me dijo mi prima.

—Sí, no sabes, estoy muriendo —dije irónico.

Todos rieron y comenzamos a caminar para entrar. Miré para mis costados y me faltaba ______. Me faltaba ella...

Llegamos al salón. Karla se fue para su clase avanzada y nosotros cuatro entramos. Nos acomodamos y luego de unos minutos el profesor entró. El profesor de estadística era el hombre más sucio y ordinario que alguna vez yo haya visto en mi vida. De verdad era repugnante.

© Dulce Obsesión -𝙅𝙐𝙉𝙂𝙆𝙊𝙊𝙆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora