Maestros y alumnos

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Poú eínai i agápi? Poú eínai aftó to agapiméno prósopo? Ísos brostá mou: Koitáxte me, Fíles mou, Me angíxte, Nióste me, Me chaíresé, Me agapó, Epithymíste me, Zíste me.

Gínete énas lógos gia ti zoí sas kai epitrépste mou na sas filíso méchri na érthei o thánatos gia sas. Tha se agapíso méchri na stamatísei to sýmpan kai na gínoume dýo theoí.

Ápeiro kai chróno.

(¿Dónde está el amor? ¿Dónde está esa persona amada? Tal vez, en frente de mí: Mírame, Bésame, Tócame, Siénteme, Acaríciame, Ámame, Deséame, Víveme.

Conviérteme en una razón de tu vivir, y déjame besarte hasta que la muerte llegue por ti. Te amaré hasta que el universo se detenga y nos convirtamos en dos dioses.

Infinito y tiempo.)

El joven Aston solo se quedaba viendo impresionado en como Anthony Deligiannis seguía leyendo un párrafo de un libro con seriedad. Su ojos no podían apartarse de la figura de aquel hombre quien solo terminó con un suspiro melancólico.

— Eso fue... Intenso. Wow. — Dijo con sorpresa.

— Espero que por lo menos estés entendiendo algo. — Mirando con seriedad el profesor solo se quedó observando a su único alumno pero el chico seguía congelado. — Hey, Aston. — Silbó el mayor sacando del trance al chico. — Despierta, ¿Entendiste algo? —

— Claro, todo perfecto. — Sonreía el chico con una alegría brillante que ciertamente aturdía al mayor.

— Sabes, llevamos una semana aquí solos, he notado que hablas y entiendes perfecto el griego, tu escritura falla un poco pero eso pasa desapercibido en la clase. Entiendo que solo sirvo como trámite para que obtengas los créditos. No me importa que tu plan sea utilizarme, pero ¿No crees que es más sencillo solo darte la nota y pasar dos horas perdiendo el tiempo aquí todos los días? — Aston escuchó todo y solo puso una sonrisa brillante de nuevo.

— No podemos hacer eso profesor. Si solo dejamos la clase así como así, muchos de los compañeros de otras clases comenzaran a quejarse de que todo fue un plan con maña para obtener créditos fáciles, hay que parecer que todo sea legal para poder tener mi pase. Por favor, continuemos así, eres mi única esperanza ex cuñadito. — La sonrisa y la súplica del chico hicieron que Anthony de nuevo suspirara en señal de rendición ante el carisma de aquel joven.

— Tu sonrisa es tan brillante, en verdad que tienes presencia. — El mayor prosiguió a sentarse en la silla de su escritorio.

— Gracias, los alumnos de fotografía antes me buscaban para sesiones. — Anthony se quedó pensativo al escucharlo. — Era tan divertido jajaja. —

— Detente. ¿Cómo que antes? — Preguntó. — ¿Acaso buscaron a alguien más? —

— Pues, más bien él quien llegó con ellos. — Después de acabar con la hora designada para la clase ambos salieron hacia un área verde del campus donde se encontraban varios chicos con equipo de fotografía, el modelo era un chico malo quien se daba a nota con su figura delgada y decorado con bastantes tatuajes sobre sus brazos y se notaba que también había por la zona de pecho. Su belleza era innegable pero ciertamente su forma de posar era bastante familiar.

— ¿Cómo se llama? —

— Leo Grabielidis. — Dijo el joven viendo al otro.

— ¿Grabielidis? — Un poco sorprendido el profesor miró de nueva cuenta al joven.

Una vida a tu lado (Historia LGBTI) (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora