Volver a amar (Final)

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— Max ¿Puedo hablar contigo? — El chico de pecas se quedó mirando aquellos ojos azules. De los cuales sonrió al verlos. — ¿Podemos ir afuera? —

— Claro, vamos afuera William. —

Max salió con el director de cine, mientras a lo lejos el empresario observó como ambos salían del restaurante. De nuevo sentía dicha incomodidad al verlos juntos como en aquellos días.

— ¿De qué quieres hablar conmigo William? — Comentó el joven hombre mientras tomaban asiento en el pasto de uno de los jardines laterales del restaurante. El directo de repente sonrió mientras sacaba un cigarro y lo prendía dejando libre el humo de la primera fumada.

— De nada especifico. Solo quería un poco de compañía fuera de ojo público. — En eso el mayor extendió la cajetilla mientras veía como Maximilian tomaba uno. — ¿Fuego? — Pasó su encendedor mientras seguía fumando, mirando al cielo nocturno.

— Gracias. — Comentó mientras tambien dejaba salir humo de su boca, ambos se quedaron mirando al cielo, la música seguía sonando mientras se escuchaban gritos desde adentro.

— ¿Cómo va el negocio con las tequileras de México? — Preguntó de repente.

— Van bien. Los tequilas De la Cruz cambiaron de nombre, pero eso no ha afectado la compra en el país. Queremos hacer un trueque de información donde nosotros aprendamos secretos para hacer tequila con la marca de Montesco, y ellos tengan las herramientas para a que puedan producir vino de calidad. —

— Se escucha bien, se ve que has ido subiendo. Haciendo lo que te gusta. —Sonreía el director del cine tiernamente.

— Si, creo que lo mío son las ventas, y los negocios. — Maximilian estaba contento con lo que tenía, pero si había algo que tal vez faltaba. Aquel sentimiento que lo hacía sentir completo, aunque hubiera sido una mentira, para él se sentía como real.

— Amor... —

— ¿Perdón? — Cuestionó nerviosamente.

— ¿Qué cómo te va en el amor? — Preguntó el mayor de ojos azules mirando detenidamente los ojos del hombre con pecas.

— Yo... Yo he estado solo durante estos dos años. Los cuales he estado bien. Ahorita mismo no tengo cabeza para una pareja. — Reía el chico, sin embargo, no observó cuando el mayor se acercó dándole un beso en lo labios, un beso a sabor cigarro, pero que era dulce.

— Sabes que yo siempre estaré para ti. — Dijo suavemente el director de cine, a una distancia mínima de los labios del chico de pecas, quien desvió la mirada ante la culpa de no tener una respuesta para aquel hombre.

— ¿Por qué debes de decir algo así en este momento? — Cuestionó Max triste al mirar hacia el cielo. — Todo estaba bien, hasta ahorita. —

— Porque, aunque traté de olvidarte, no pude. Sinceramente cada vez que te veo o pienso en ti... Simplemente es como volver al inicio, porque eres el amor de mi vida. — El director tambien observó el cielo con una leve sonrisa.

— Hay la posibilidad que solo sea un capricho ¿No has pensado en eso? —

— Si fuera un capricho como tú dices. Yo ya te hubiera tomado desde hace mucho, me hubiera convertido en un completo acosador con tal de tenerte solo para mí. — En ese momento el mayor puso su mano sobre la del chico, sus ojos se encontraron en ese momento. — Pero en vez de eso te he estado esperando, todo este tiempo. Y lo seguiré haciendo hasta que estés listo para volver a amar. —

Una vida a tu lado (Historia LGBTI) (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora