𝗜𝗡𝗦𝗔𝗡𝗘 | ❝ Yo no estoy loco como tú, Marlene Kinnzel. ❞
❝ Es Marley Kinn. Y por supuesto que lo estás, Francis. Todos aquí están un poco locos, como mi amigo Wade Wilson, que está allí. ❞
Marley solía ser normal. Tenía un trabajo bien pagado c...
— ¿Soy feo? — preguntó al azar el mercenario después de estar una hora en silencio.
— Sí — dijo Marley con toda sinceridad y muy seria, sin apartar los ojos de la televisión. Ella notó que se quedó callado y se volvió hacia él — Tranquilo, ahora yo también soy fea. Así que no estás solo en eso. Ah, y en serio, no importa lo que piense Vanessa sobre tu apariencia — dijo ella, recordando que Wade le dijo que fue a visitar a su ex novia cuando llegó — Mientras ella disfrute de tu jodida personalidad y cabalgue tu polla, entonces no tienes ningún problema.
— ¿Y qué pasa si no lo hace? ¿Qué pasa si ella va corriendo por las colinas gritando que está siendo perseguida por un testículo gigante? — preguntó Wade con inseguridad.
— Entonces vienes a mí, y podemos follarnos la fealdad del otro* — dijo cuando se levantó del sofá y besó su escamosa mejilla. No fue de una manera romántica, más bien un gesto de agradecimiento por salvarle la vida. Ninguna cantidad de besos en las mejillas pagaría lo que había hecho por ella. Wade ya estaba acostumbrado, pero todavía estaba confundido en cuanto a por qué lo hizo voluntariamente. Él quería su cara de Ryan Reynolds de vuelta. (n/a: intenté traducirlo lo mejor que pude ya que puede ser joder o follar, así que sorry si me confundí o algo, pásenlo por alto esta vez por favor)
— Ahora vamos, polla gigante. Dijiste que querías reunirte con un amigo. Comadreja, ¿no?
— Sí. Dios, se va a morir de la risa cuando nos vea.
— Y probablemente yo me reiré cuando vea su cara así que estaremos a mano.
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Subieron al bar del que Wade solía obtener sus trabajos de mercenario y llamó a la puerta. El bar estaba cerrado, pero Wade sabía que Comadreja seguiría dentro. El tipo prácticamente vivía allí. De hecho, probablemente vive allí. El agujero se abrió y Marley pudo ver un par de ojos en el otro lado desde debajo de su capucha.
— Comadreja — saludó Wade, ocultando su propia cara con la capucha de su sudadera negra y mirando al suelo.
— ¿Quién habla? — preguntó el hombre desde el otro lado de la puerta, entrecerrando los ojos a las dos oscuras figuras.
— Soy yo Wade.
Comadreja cerró la mirilla en respuesta, haciendo que los dos pensaran que se había ido. Pero, entonces, la puerta se abrió revelando a un hombre con el pelo rubio y largo, y con gafas. Cuando lo vio, Marley se rió de su cara, fiel a sus palabras de antes.
— ¿Y ella? — le preguntó a Wade, asintiendo con la cabeza en dirección a la pálida mujer.
— Marley Kinn. Soy su amiga.
— Bien, entonces entra. ¿Dónde has estado? Te has ido por semanas. ¡Todos pensaron que huiste y moriste!
— Es una larga historia — Wade suspiró y entró al bar con Marley a su lado.
