Capitulo XII ... Deseos de año nuevo

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Los golpes constantes en la puerta de su habitación causaban que su mal humor surgiera, a pesar de que era aún tarde. El hecho de haberse desvelado esa noche, causaba que el menor no sintiera el más mínimo deseo de abrir sus párpados.

Lo único que pudo hacer para refugiarse de aquel infernal ruido, fue cubrirse con las pesadas mantas que lo albergaron esa fría noche. Rogando en su interior, que aquel estorbo que osaba molestarlo, se rindiera y lo dejará dormir en paz.

— ¡Yurio... Es hora de levantarse! — Mencionó Katsuki en un tono dulce, pero alto para que el menor lo escuchara. — ¡Hay que hacer los preparativos para esta noche!

— ¡DÉJAME EN PAZ CERDO, TENGO SUEÑO!

Grito el menor debajo de las mantas algo irritado por haber interrumpido su descanso. El pomo del la habitación giro dando paso al legítimo dueño de aquel cuarto, suavemente se sintió el peso del Nipon, en aquella cama que una vez fue suya.

— Vamos Yurio, hay que hacer los arreglos para recibir el nuevo año.

— ¡No quiero! ¡Aun tengo mucho sueño! ¡Déjame en paz! — Dijo el aludido debajo de aquellas mantas que lo resguardaban de aquel frío.

— No es culpa mía que estés muerto de sueño por quedarte conversando hasta tarde con Otabek-Kum.

— ¡Si no hubiera sido por el calvo, Beka estaría en la misma habitación!

— Tu sabes lo que Viktor opina de eso... El es el que tiene tu custodia. Yo no puedo hacer nada al respecto.

— ¡NADIE TE ESTA PIDIENDO TU APOYO CERDO! ¡SOLO DÉJAME DORMIR!

El suspiro se le escapó entre sus labios ya resignado.

A veces era mejor llevar la fiesta en paz con aquel mocoso, que enfrentar su ira. Frustrado, el Nipon se puso nuevamente de pie dirigiéndose a la salida de aquella habitación.

— Solo 30 minutos Yurio... Si no, vendrá Viktor.

— ¡VÁYANSE A LA MIERDA! ¡QUIERO DORMIR!

Esas fueron las últimas palabras que escucho Katsuki antes de cerrar la puerta.

Frustrado, solo se acomodo en aquella pequeña cama para dejarse llevar nuevamente en aquel maravilloso mundo del sueño.

— "30 minutos... Es muy poco. Además, no pueden exigir nada... Por su culpa Beka esta durmiendo en esa horrenda habitación."

Ante ese vago pensamientos, sus párpados se fueron cerrando. Consolidando el mágico placer que era el dormir.

No pasó mucho tiempo para que la vibración de su teléfono, y el sonido de llamadas y notificaciones lo sacaran de aquel paraíso que le brindaba el descanso. Ante improperios y el desgano de levantar la cabeza de aquella suave almohada, se dispuso a buscar su teléfono que estaba perdido en aquel mar de sabanas y mantas que lo cubrían.

Cuando al fin lo ayo, aquella melodía cesó.

— ¡Mierda! — Mencionó abriendo uno de sus ojos al percatarse de la llamada que no alcanzó a responder.

Fregando su vista se propuso revisar la pantalla de aquel infernal aparato que lo había sacado de su descanso y recriminarle al imbécil que lo llamaba por haberlo despertado.



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Celular Yuri

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Otayuri Eres Mi Nuevo AnheloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora