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En el hospital reinaba el silencio, un Omega de cabellos negros mordía su labio nervioso mientras que su Alfa lo intentaba calmar. La llegada de otro Alfa la recepción hizó que la pareja mirará a esa dirección encontrando a Mark.

— Chicos, ¿pasó algo? – Pronunció el Alfa de cabellos azabache.

— Quiero que escuchen con cuidado. – Habló después de un gran silencio el menor. – Sonará... Raro... Pero sospecho que Taemin no lo está pasando bien... Ken me dijo que sólo le hizo falta una amenaza para que pusiera algo prohibido en la leche de Lunna... – Namjoon miró asombrado a Seokmin.

—¿Qué? – Preguntó atónito. – Seokmin no inventes, ésto sólo pudo hacerlo Ken, conozco a Taemin desde niños. Sería incapaz de dañar a un bebé. –

— No estoy inventando Namjoon. Es la verdad, y... ¡La única razón por la que lo haría es por alejarme de tí! – Gritó con desesperó.

— ¡Por Dios! ¡Sabes bien que Taemin acepta lo nuestro! – Ambos gritaron. Se miraron. Seokmin con dolor y algo de frustración. Namjoon con algo de cansancio y dolor. El más bajo se levantó de la silla donde se mantuvó sentado, dirigiendose a uno de los pasillos. – ¿¡A dónde vas!? – Gritó el Alfa alcanzando a su Omega y tomándolo del brazo. Pero éste no dejaría que lo agarrará y se giró molesto zafandose del Alfa.

— ¡Me voy a ver a nuestra hija! – Namjoon frunció el ceño. – ¿Qué también me quitarás el derecho de ver a Lunna? ¡Si tanto te molesta que sea su padre hechame de tu vida y os dejaré! – Cogió aire reteniendo las lágrimas y el dolor de su pecho. Viendo la cara de su Alfa, molestó era lo que demostraba. – Si tanto te molesto, golpeame. – Lo miró. Namjoon solo arrugó más su rostro en forma de desagrado. Ambos aromas se volvían agrios. El Omega sólo se giró y luego de un suspiró lleno de dolor se dirigió a correr por los pasillos.

Llegando a la habitación de la niña Seokmin detuvó su correr y caminó hasta la pared para apoyar la cabeza y espalda en está. Soltó un suspiro con lágrimas. Hoseok, que recién salía de la habitación, vió al Omega y se preocupó por el estado de éste.

— ¿¡Seokmin!? ¿Qué sucede? – La mano de Hoseok se posó en el hombro del contrario que observó al beta y, sintiendo un nudo en su garganta, abrazó al mismo. – Seokmin... ¿Peleaste con Namjoon? – Sólo asintió en el pecho de aquella persona que consideró como su hermano mayor. – Todo estará bien. ¿Vale? – Acarició el pelo de este, notando que la marca del lazo que unía a Seokmin con su Alfa se volvía morada. Hizó un gesto de desagrado. – Ven necesitas descansar. –

Seokmin lo miró y negó. Se sentía mal, sólo sacaría una excusa para largarse y irse un largo tiempo. Tragó pesado.

— Tengo que ir al baño... – Se separó de Hoseok sonriendo levemente.

— Está bien... – Pronunció inseguro.

Y así fue, Seokmin se alejó, pero se volvió a girar.

— Porfavor contacta conmigo a través de Jimin-ssi y no le digas a Namjoon... – Sonrió para salir corriendo luego de oír el llamado del Beta. Corrió hasta la salida trasera del Hospital. Sintió un malestar en el estómago y el pecho. Su nuca escocia. No le importó, sólo quería irse de ahí, y así siguió corriendo otro largo tiempo. Pero pronto el cansancio azotaría su cuerpo y tropezaría. Siendo agarrado a tiempo.

— Dios, gracias a que Hoseok me llamó, si no ahora estarías en la calle sólo. – Jimin levantó a su amigo y lo ayudó a meterse en el coche.

— ¿Qué quieres qué te diga Namjoon? Estoy ocupado, no puedo ir. – Yoongi hablaba a través de su coche conectado a su teléfono. Seokmin arrugó su nariz y miró con tristeza a Jimin.

Por Dios Yoongi. Acabo de discutir con Seokmin y Hoseok no lo vió. Tengo que encontrarlo y arreglar las cosas. – La voz desesperada de Namjoon hizó que el Alfa de Jimin mirará por el retrovisor a Seokmin que sólo lo miró con lágrimas.

— Ya veré si puedo acercarme en un rato. Ahora tengo que ir a recoger a Jimin y terminar unas cosas en la Oficina. – Se escucho un suspiro en la línea contraria.

Está bien. Nos vemos entonces. – Y colgó.

— Lo siento... – Musitó el menor.

— Oye tranquilo, es normal pelearse entre parejas. – Le intento tranquilizar el Omega mayor.

— No Jimin. Seokmin, las peleas no son razón para abandonar a tu Alfa con un cachorro hospitalizado. – Habló el Alfa.

— Yoongi. No seas así. –

— Como sea. –

— Y-yo realmente... – Susurró el Omega más Joven. – No sirvo.... No soy quien debe casarse con Namjoon... – Namjoon... La pareja se miró, solo habían escuchado ese nombre salir de los labios del Omega el primer año de conocerse. Esto era serio. – So-solo sirvo para ser... Maltratado... No merezco cosas buenas... –

— Hey... ¿Cuánto llevas sintiendo te así...? – El Omega miró a otra dirección y Jimin solo tomó los brazos de Seokmin levantando las mangas. Nada, no había nada. Suspiro aliviado. – ¿Desde cuándo Seokmin te sientes así ? – Habló Jimin.

— Desde... Desde lo que pasó con mi padre... –

— ¿Cómo es que Namjoon no se fijó?–

— Lo suelo hacer cuando está trabajando... Pero cuando estuve en estado no lo hice para no dañar a Lunna. Pero ahora no importa si estoy o no... –

— ¿Estás...en Estado? –

— No lo sé... Y ahora... No importa eso. –

Decidieron dar por terminada la conversación. Pero, en la puerta de la casa de Yoongi y Jimin, esperaba Namjoon, que nada más vio el coche de su mejor amigo puso un rostro de tristeza. El Alfa se acercó a la parte de atrás del vehículo para golpear el cristal con suavidad.

— Seokmin... ¿Podemos hablar? – Un nudo se armó en la garganta del menor

☆Un Omega diferente☆ ♡NamSeok♡ [ TERMINADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora