Para el amor de mi vida

Vacío insuperable

Nada fue tan doloroso en ese momento como la noticia de tu partida hacia otro lugar, y bueno, yo sólo era un pequeñín que no tenía la mínima idea del porqué te habías ido, solo sabía por medio de tu amiga que te habías ido hacia otro lugar y empezarías de nuevo y yo me quedaría solo, sin respuestas, esperando tu regreso. Tuve dos que tres encuentros, buscándote sin parar entre las multitudes. Así pasaron días en los que me sentaba donde nosotros frecuentábamos, esperando que llegaras con un saludo de mano seguido con "¿qué haces?" Y yo tan:

– el calentamiento global derrite los polos y aumentará el nivel del mar lo cual provoque un tsunami y moramos la gran parte de las personas.

Simplemente no pasó, no llegabas y después de 4 días sentado después de haber preguntado, nunca llegaste y yo, pues seguí jugando fútbol, seguí haciendo cosas de un chico de 14 años que cursaba la secundaria justamente cuando por obras del destino pudo haber conocido a la chica que hasta la fecha le sigue robando insomnios.

Me hiciste ver que la vida no era tan mala y bueno, a los 14 años solo me preocupaba por salir a jugar con mis amigos o saber qué haría mamá para comer, pero de pronto pasaste a un plano celestial que provocó el cómo me veía, si me lavaba los dientes, me preocupaba mi apariencia y mis atuendos para estar guapo para ti, digo, por si te llegaba a encontrar en algún pasillo o en la cancha.

No sabía qué tenías, aún no te conocía del todo y deduje que serías para mí, que por obras del destino. No hablamos de casualidad o de coincidencias, esto se trata de un apartado cósmico que venía de la divinidad absoluta. Estábamos destinados a encontrarnos, a conocernos y por seguro, a enamorarnos. Hasta que te fuiste, hoy quizás siga aquí, esperando el regreso de los momentos magníficos que alguna vez pasamos juntos, así como se espera la caída del sol y en algún punto salga la luna, mostrando su hermosura esbozada por la complejidad astronómica.