Capítulo 6

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La veo a los ojos unos segundos, lo suficiente para notar el mismo ceño fruncido que tenía aquella vez, así como su mirada escalofriante. De inmediato me da la espalda mientras me tira apresurada en la dirección opuesta hasta que llegamos a la habitación 55B. Abre la puerta y me lanza dentro.

— Quédate acá, niña, voy a buscar a Asís.

Al pronunciar esas palabras vacías de emoción, directas y puntuales; tan diferente a papá, me echa un último vistazo y se va. Toda mi atención se dirige a mi alrededor; el lugar que me rodea es el doble de dónde dormí, inclusive la cama, además en la esquina hay una gran caja de cristal alargada en la que caerían dos personas... Interesante. De repente escucho la puerta abrirse; es papá y... Solo papá.

— ¡Hija! —Me abraza con fuerza—. ¿Estás bien?, ¿te pasó algo?, ¿no te han hecho daño? —Se aleja un poco y me observa de pies a cabeza, su preocupación es evidente pero confusa para mí. No respondo, lo que parece alterarlo—. ¡HATICE, HABLA! No puedes... No puedes permanecer callada para siempre, y mucho menos ignorar lo que te rodea, ¡así no vas a sobrevivir! ¿Entiendes? Yo no puedo perderte... No podría más... ¡No lo soportaría, mucho menos después de todo lo que hemos pasado! —Sus manos aprietan mis hombros, y duele, duele demasiado.

— ¡Suéltame! No entiendo de lo que hablas, ¡no entiendo nada! Yo... Yo no puedo recordar, ¡ni-ni siquiera me acuerdo de ti! —Se quiebra, mi voz se quiebra, y él también, con ambas manos se sujeta la cabeza mientras se sienta en la esquina de la cama para comenzar a emitir un llanto ahogado durante lo que parecen ser segundos interminables.

— ¿Qué estoy haciendo? —susurra de repente ya sin lágrimas mirando a la nada con un rostro sin expresión, ausente, desconocido—. Tú... Tú eres mi hija... ¡Eres mi hija! —dice señalándome con una sonrisa llena de ansiedad—. Eso es lo más importante, yo... Yo te protegeré y... ¡Y así estaremos juntos por siempre! —Se levanta y acerca.


— ¡BASTA! —Mi grito parece hacerlo reaccionar ya que se detiene de inmediato y su cara vuelve a ser la misma—. Yo... Yo...


— Escúchame, y presta atención, te voy a contar la historia... —Suspira y se vuelve a sentar—. Te pusimos Hatice no por las extrañas hazañas del azar ni por mero capricho, sino porque naciste a principios de la guerra que se desató en nuestro país, o más bien dicho, agol, ya que nuestro país no pudo mantenerse en pie para defenderse y atacar, sino que solo pudo recibir toda la destrucción y masacre que enviaban nuestros enemigos, entonces para salvar a unos pocos se habilitó el único búnker que existía, secreto nacional, y solo se le permitió a la clase alta de la sociedad entrar, pero aún dentro había una pirámide que clasificaba y dividía a las personas por su posición social. Nosotros estábamos ubicados en un sector muy bajo, donde a pesar de la posición al principio todo marchaba bien, pero que con el correr del tiempo aquel estado se iba degradando hasta que todo cambió y la vida ya casi no era sostenible, muchos morían, otros se suicidaban, la mayoría estaba enferma y los pocos restantes se sacrificaban para mantener la esperanza... Tú te la pasabas enferma, y nosotros vivíamos asustados por ti, preocupados sin saber si lo soportarías o no, pero aún así nos manteníamos optimistas dentro de lo que cabía y luchabamos por ti hasta que caíste en coma y... Ese fue el detonante... Caimos en la desesperación, no sabíamos qué hacer, no había nada que pudiéramos hacer, ¡te íbamos a perder, era nuestro fin! Esos fueron los momentos más difíciles por lo que atravesamos, y de verdad creímos que todo se iba a acabar, pero justo cuando ya nos habíamos resignado y renunciado a nuestras propias vidas recibimos una visita de los que están en la posición más elevada dentro del búnker y gracias a un familiar de tu mamá que está allí pudimos trasladarnos a este sector donde están las máquinas que necesitabas, fue un giro sorprendente, ¡nuestra salvación! Aun así hubo mucha incertidumbre porque no sabíamos si te podríamos recuperar... Pero pronto nos comunicaron que ya te habían estabilizado y que despertarías, pero... Con amnesia, y que tus recuerdos podrían volver tarde o temprano... O tal vez nunca. ¿Lo entiendes ahora?

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Aquí está el capítulo, me costó escribirlo porque no me gustaba como quedaba además de que Wattpad me daba algunos problemas... ¡pero ya está!

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