¿Rey? |#2| © TERMINADA

Capítulo 13

«Mark»

Caminaba nervioso detrás de Lucas mientras el doctor hablaba.

—El diagnóstico de su esposa es una infección de garganta, los bebés están completamente bien. Es aquí... –abrió la puerta de la habitación con el numero 299. Irene estaba acostada en una camilla con los ojos cerrados y un poco pálida.

—Mi amor... –abrió sus ojos mirando a Lucas y sonrió con cansancio. El hombre besó su mano –Mi princesa ¿están bien?

—Ellos si... Yo no mucho, pero lo estaré pronto... ¿Quien es...? Markie, mi amor –sonreí y me acerqué a ella –. Mi guapo príncipe –acarició mi mejilla –, lamento haber arruinado tu cumpleaños, mi amor.

—Nada de eso, Irene, puedo verla a salvo –puse una mano sobre su estomago –, y a ellos también. No podría desear otra cosa –me sonrió con ternura.

—¿Cuando se pondrá mejor? –preguntó Lucas.

—Si, respecto a eso. La infección es un poco fuerte, no sabemos qué tan agresivo pueda ser el tratamiento para los bebés. Pero dado a que cumple con los nueve meses de embarazo, sugerimos realizar la cesárea para retirar a los bebés y aplicar el tratamiento.

—Pero aún no es tiempo...

—Proporcionaríamos los cuidados necesarios para mantenerlos a salvo –Lucas estaba realmente preocupado –. La decisión es de ustedes –Irene y él se miraron y asintieron con la cabeza, luego me miraron a mi.

—Mark, creo que tu peor pesadilla va a cumplirse...

—¿La cual es...?

—Dejar de ser el menor de la casa justo el día de tu cumpleaños –si bien intenté hacer una expresión de indignación mi emoción me delató, aún así me crucé de brazos haciendo un puchero.

—Entonces no quiero nada –ambos rieron, lo cual también me hizo reír a mi –. Es broma, claro que no sería una pesadilla, sino el menor cumpleaños de mi vida.

—Sylvia y Nathaniel estarán muy agradecidos contigo.

—Preparemos el quirófano de inmediato. Señor Lucas, ustedes puede venir con nosotros, Príncipe Mark le voy a pedir que regrese a la sala de espera, por favor.

—Claro, doctor.

—Mark... No les digas nada, por favor –la miré aterrado.

—Irene sabe que no puede ocultarle cosas a Azura, no voy a poder... Yo... Ay, está bien, lo intentaré –Ella rió mientras yo salía de la habitación con el doctor Brown. Antes de entrar a la sala, di algunos saltos y caminé al rededor del pasillo en un fallido intento de gastar esa emoción, el doctor Brown rió un poco.

—Tranquilo, alteza... Usted puede hacerlo.

—Yo sé que no puedo, doc. Azura me conoce a la perfección.

Respiré profundamente y me decidí a entrar. Al instante Azura y Jack se levantaron y corrieron hacia mi.

—¿Y bien, Mark?

—Am... Los tres están perfectamente bien... Solo van a administrarle el tratamiento a tu mamá y ya.

—¿Podra irse a casa hoy?

—Eso si no pregunté... –el doctor Brown dio un paso al frente.

—La salud de su madre aún es un tanto delicada y los gemelos estarán en observación unos días, pero en poco tiempo estarán mejor y en casa todos juntos –asentí frenético, Azura me miró extrañada –Con su permiso, alteza...